Caracas, 16 de julio. El gobierno de Venezuela respondió hoy con medidas diplomáticas a la acusación hecha el jueves por Colombia sobre la supuesta presencia de dirigentes guerrilleros en el país vecino, y advirtió que el señalamiento de la administración saliente de Álvaro Uribe ocurrió cuando el presidente electo Juan Manuel Santos busca un acercamiento con el mandatario venezolano Hugo Chávez.

Mucha gente se pregunta qué busca el presidente Uribe con esto, cuál es el objetivo de esto. Por qué apenas unos días antes de la entrega de la presidencia de Colombia arremete brutalmente contra Venezuela, cuestionó el canciller venezolano Nicolás Maduro.

Todo sucedió en momentos en que parecían darse algunas señales para avanzar en un proceso de acercamiento con el nuevo gobierno de Colombia, dijo al anunciar que llamó a consultas a su embajador en Bogotá y envió como corresponde una nota de protesta.

El ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, entregó ayer a la prensa de su país videos como evidencias de que cuatro jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y uno del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se encuentran en territorio venezolano.

Los cuatro son Luciano Marín, alias Iván Márquez; Rodrigo Granda, el canciller; Ricardo Timoleón Jiménez, conocido como Timochenko, y Germán Briceño, llamado Grannobles, así como Carlos Marín Guarín, del ELN.

Algunos videos son recientes, según Silva, pero varias fotos fueron tomadas años atrás y están en poder del gobierno colombiano desde hace un buen tiempo.

El ministro entregó a algunos periodistas las coordenadas donde supuestamente se ubica el campamento de Iván Márquez, pero no han trascendido los datos.

En reacción a la versión difundida por Silva, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo que las denuncias no son del todo nuevas y que ha habido preocupación desde hace tiempo por la interacción transfronteriza o involucramiento en actividades rebeldes, en actividades terroristas en Colombia.

Como miembro de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos y de la Unión de Naciones de Sudamérica, Venezuela está obligada a denegar a los grupos terroristas la capacidad de operar dentro de su territorio, apuntó Crowley, tras precisar que Washington ha considerado desde 2006 que Chávez no coopera en acciones contra el terrorismo.

Sobre el papel que juega Estados Unidos, que ha patrocinado desde 2000 el Plan Colombia contra el tráfico de drogas y la insurgencia, Maduro dijo que no queda duda que detrás de esta movida está la alianza carnal y los lazos umbilicales de este sector del gobierno saliente con el Pentágono y la estrategia hegemónica, militar y política en el continente y contra de los procesos democráticos-revolucionarios que estamos viviendo en nuestros países, han decidido adelantar desde hace tiempo.

Antes de la denuncia de Silva, los gobiernos de Chávez y Santos habían dado señales de avanzar hacia una reconciliación, incluida la posibilidad de que el venezolano asistiera el 7 de agosto a la toma de posesión del colombiano.

Los dos países pasaron por situaciones conflictivas en 2007, 2008 y 2009. Hace tres años, Uribe canceló la mediación que había solicitado a Chávez para negociar un canje de prisioneros entre la autoridad colombiana y las FARC.

Después, un bombardeo sobre Ecuador para destruir un campamento de las FARC fue la causa de que Venezuela movilizara tropas a su frontera por temor a una acción similar en su territorio.

Y finalmente, Caracas congeló las relaciones –particularmente las comerciales– en protesta por la firma de un pacto entre Colombia y Estados Unidos para el movimiento de tropas estadunidenses en cuarteles colombianos.