Sábado 17 de julio de 2010, p. 21
Teherán. El grupo sunita Yundalá (Soldados de Dios) reivindicó el doble atentado suicida contra una mezquita en Zahedan, capital de la provincia iraní de Sistán-Baluchistán, que causó el jueves 27 muertos y más de 200 heridos, y afirmó que el blanco del atentado era la milicia gubernamental Guardianes de la Revolución. Dijo responder a las atrocidades
cometidas por el gobierno en Baluchistán y en venganza por la ejecución de su líder Abdolmalek Righi, ahorcado el 20 de junio. Yundalá se encuentra en rebelión armada desde hace 10 años, pero se le acusa de controlar el tráfico de drogas en la frontera con Afganistán y Pakistán. El atentado fue condenado por igual por el presidente estadunidense Barack Obama, que lo calificó de horrible ataque terrorista
, como por el mandatario venezolano Hugo Chávez, al tacharlo de “atroz, así como por el movimiento libanés chiíta Hezbollah.