La nueva sede de la Cámara de Senadores no estará lista para fines de agosto, como se había programado, y por ese motivo el próximo periodo ordinario de sesiones, que comienza en septiembre, se desarrollará en la casona de Xicoténcatl, señaló el vicepresidente del organismo, José González Morfín.

El legislador panista rechazó las versiones acerca de que el presidente del Senado, Carlos Navarrete, tenía prisa por que se concluyera el conjunto que se construye en Paseo de la Reforma y la avenida Insurgentes Centro, con el propósito de que lo inaugurara antes de que concluya su periodo, el último día de agosto.

Navarrete está consciente de que eso no será posible porque, además de que la obra lleva retrasos y tal vez concluya a finales de octubre o principios de diciembre, no sería posible inaugurarla el primero de septiembre, porque habrá sesión general de Congreso en la Cámara de Diputados.

Presidente del fideicomiso para la construcción y equipamiento del nuevo recinto, González Morfín insistió en que nunca se determinó una fecha para poner en funcionamiento la nueva sede senatorial, que será uno de los edificios emblemáticos del bicentenario.

Manifestó que todos los coordinadores parlamentarios tienen mérito en el proyecto, que fue impulsado en la anterior legislatura. El edificio, dijo, se concluirá este año y los órganos de dirección senatoriales decidirán cuándo se inaugura.

Antes del retraso, el costo de la nueva sede del Senado se calculó en cerca de 2 mil millones de pesos. El proyecto se inició en diciembre de 2007 y a pesar de las restricciones al presupuesto para su construcción –en 2009 la Cámara de Diputados le recortó 200 millones de pesos y 50 millones más para el próximo año– la mesa directiva del Senado decidió continuar con los trabajos hasta concluir, aunque para ello tendrá que vender parte de su patrimonio inmobiliario.

González Morfín comentó que el Senado sólo conservará la casona de Xicoténcatl, ubicada en el Centro Histórico, la cual se habilitará como archivo histórico y biblioteca.