Los términos en que se dio el cambio de titular en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), al ser despedida Arely Gómez la víspera de la jornada electoral del pasado 4 de julio, sustituyéndola José Luis Vargas, dará pie a la presentación de una iniciativa de reforma de ley para dar autonomía a esa dependencia.

Jorge Carlos Ramírez Marín, vicecoordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, cuestionó los cambios en la fiscalía, y adelantó que su partido está particularmente interesado en la evaluación del órgano, y por añadidura éste debiera tener el rango de autonomía respecto del gobierno federal.

–La ex fiscal Arely Gómez fue removida cuatro días antes de los comicios del 4 de julio –se le recordó.

–No fue una remoción administrativa: prácticamente fue quitar de enmedio a alguien. Ahora la designación del nuevo titular, que, insisto, habrá que conocer más a fondo los detalles de dicho movimiento, lo primero que tiene es el vicio de la forma en que fue retirada la anterior. El PRI quiere revisar cuidadosamente en qué condiciones está trabajando la FEPADE y, sobre todo, en qué condiciones queremos que trabaje. Es muy importante este órgano con vistas a la elección presidencial. Fundamental.

–¿Se propondrá una reforma legal para darle margen de autonomía de la Procuraduría General de la República?

–Vamos a proponer una reforma legal, de hecho ya se ha introducido una iniciativa y vamos a presentar otra para que la FEPADE cuente con esa autonomía.

–¿Cómo asume el PRI el anuncio de PRD, Convergencia y PT de lanzar un candidato presidencial único?

–Todavía falta mucho para la elección presidencial y, sin ánimo de ofender a esos tres partidos, creo que hay condiciones de estabilidad que no siempre han rodeado a los candidatos de uno y otro. Una cosa es lo que digan ellos y otra es lo que digan, por ejemplo, los diputados del PT o de Convergencia. Hemos visto que funcionan muy bien a escala estatal, pero no sé si realmente tengan condiciones para anunciar una alianza. A (Manuel) Camacho le encanta, por supuesto, pues al parecer es un experto en eso, aunque luego no pase nada.