El gobernador electo de Durango, Jorge Herrera Caldera, anunció ayer –dos horas antes que Los Pinos– que recibió la felicitación del presidente Felipe Calderón, cinco días después de que al priísta se le entregó la constancia de mayoría de las autoridades electorales en su entidad.

Pese a que la coalición PAN-PRD, encabezada por José Rosas Aispuro, impugnó la elección de Herrera por supuestas irregularidades en el proceso, Calderón reconoció al priísta. Sólo falta que se comunique con Javier Duarte, el abanderado del tricolor cuyo triunfo en Veracruz fue refutado por Miguel Ángel Yunes, candidato del PAN-Nueva Alianza.

La oficina de Herrera Caldera emitió un boletín a las 17 horas, el cual distribuyó a los correos electrónicos de la fuente de Presidencia, donde aseguró que Calderón Hinojosa se mostró receptivo, sobre todo en el tema de seguridad, y afirmó que lo abordarán como número uno en un futuro encuentro entre ambos.

Dos horas después, la Presidencia de la República informó de la llamada telefónica y explicó que el jefe del Ejecutivo expresó su disposición de trabajar de manera institucional con el gobierno de ese estado.

Herrera Caldera prometió trabajar en forma conjunta y con respeto hacia Calderón y las dependencias federales, para atender las prioridades de la entidad: seguridad, empleo e infraestructura.

Para el mandatario federal fue un día de contactos con gobernadores priístas electos, ya que también se reunió por separado con los de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre, y de Tlaxcala, Mariano González Zarur, que el 4 de julio pusieron fin a la hegemonía del blanquiazul en sus respectivos estados.

La Presidencia de la República indicó en un boletín que en la charla privada efectuada en la casa presidencial, Lozano de la Torre expresó interés por trabajar con Calderón y le presentó algunos proyectos de desarrollo económico que requieren del apoyo del gobierno federal.

Tanto a Lozano de la Torre como a González Zarur el michoacano les manifestó estar dispuesto a colaborar con ellos, y reiteró que se requiere el apoyo de los gobiernos estatales y municipales, además de los otros poderes de la Unión, para enriquecer su estrategia de lucha contra la delincuencia.