El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, manifestó su tristeza porque hay jóvenes mexicanos que quieren ser sicarios, parte de una familia o líderes de un grupo de narcotraficantes; esto, dijo, cambiará sólo con educación y oportunidades para que se formen como líderes.

En una recepción ofrecida a 50 participantes del programa de intercambio estudiantil Jóvenes en Acción, Pascual los convocó a formar redes con sus pares de Estados Unidos y a mejorar habilidades de liderazgo, para que cuando vuelvan a sus lugares de origen apliquen proyectos de combate a problemas como violencia y alcoholismo, así como para crear una mejor frontera en el norte del país.

Los estudiantes acudirán a Berkeley, California, y Washington, donde permanecerán hasta el 21 de agosto, guiados por la organización AYUSA International Leader. Allí hablarán de las estrategias que aplicarán para los proyectos de servicio en sus comunidades. Durante la bienvenida y en posterior entrevista, el diplomático subrayó que los jóvenes son el futuro del país y quienes pueden empujar el cambio porque tienen “una visión diferente. Deben ser los nuevos líderes, no los sicarios ni los delincuentes, ni quienes abandonan las escuelas.

Es preocupante el mundo de violencia, dijo; he oído eso en Ciudad Juárez, donde he estado en ocho ocasiones, pero si involucramos a la juventud, que tiene ilusión de cambio, se podrá demostrar lo contrario.

El grupo está formado por 32 mujeres y 18 hombres, de 15 a 17 años, de Baja California, Chihuahua, el Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, estado de México, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Sonora, Tamaulipas y Yucatán.

Ante la subsecretaria de Estado para Asuntos de Educación y Cultura de Estados Unidos, Anne Stock, y Mario Chacón, director general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Educación Pública, tres muchachos hablaron brevemente de sus proyectos, como Alma Aveytia Camacho, originaria de Ciudad Juárez, quien consideró que la educación es el mecanismo para superar la violencia en ese sitio.

La seguridad y la violencia son temas muy concurridos, pero tengo confianza en que cuando regresemos de Estados Unidos apliquemos el proyecto para tener un nuevo enfoque y una nueva estrategia, porque (los habitantes) somos más grandes que la violencia y podemos superar los problemas, dijo la joven.