La historia se repite de manera cíclica y aunque algunas situaciones cambian, hay elementos que permanecen.

Por ejemplo, al leer la vida de Leona Vicario y tratar de reconstruir sus anhelos, sus rabias, de ver las injusticias, uno no puede dejar de preguntarse de las similitudes que hay con la época actual.

Quise presentar a Leona lo más viva posible, dice la historiadora Celia del Palacio.

En entrevista, la autora de Leona, libro publicado por Suma de Letras, explicó que fueron varias las mujeres que pelearon durante la insurgencia. Estaban las conspiradoras que en su casa recibían a los insurgentes, y también las que mandaron tropas y se sacrificaron, incluso mártires que fueron encarceladas y fusiladas.

Si bien existen otros libros sobre la vida de Leona Vicario, Del Palacio asegura que ninguno recupera a Leona viva y apasionada mediante una historia que permita comprender sus motivaciones.

Investigué libros de la época, historias del Congreso de Chilpancingo, en la propia historia de Quintana Roo, los testigos de la época, los diarios, en textos de viajeros para descubrir esa zona y recrear toda una época. Me fui a viajar por algunos de esos lugares para recuperar algunas de las tradiciones, de la música, incluso las enfermedades y curas para reconstruir y presentar en la novela a una Leona viva.

Apoyada en documentación acuciosa sobre la vida de la destacada heroína de la Independencia, la escritora mexicana publica su más reciente novela histórica, Leona.

Rechazo al indulto del virrey

“Leona Vicario –prosigue Celia del Palacio– es una mujer de la elite de la ciudad de México que dejó todo, su posición social, su herencia, hasta su honor por entregarse al movimiento de Independencia. Primero fue el centro de una red de correos, entre los insurgentes en Tlalpujahua y los conspiradores de la ciudad de México, y después dio su dinero para la causa y se fue a luchar por la insurgencia siguiendo al Congreso de Chilpancingo por Tierra Caliente.

No aceptó el indulto después de haber sido perseguida por los realistas durante muchos años, nunca quiso aceptar el perdón del virrey a pesar de que incluso su marido, Andrés Quintana Roo, dudaba y quería ceder, ella nunca lo hizo. Fue una heroína tan grande como doña Josefa, explica la autora.

La escritora, quien también es reconocida por abordar otros géneros literarios, como la poesía, la novela y el cuento desde 1985, presenta una novela histórica en la que hace referencia a personajes fundamentales en del desarrollo del país de hace 200 años y en torno a Leona Vicario, considerada por muchos autores como una figura sin el reconocimiento que merece por su trascendencia en la historia de México.

Celia del Palacio durante la entrevista con La JornadaFoto María Luisa Severiano

Celia del Palacio recrea todo el ambiente de la época, pues investiga la vida cotidiana de finales de la Colonia y principios del siglo XIX. Al respecto, dice: La idea fue presentar un panorama de las clases sociales en ese momento de la Independencia, saber cómo vivían las personas, porque no sabemos cómo se vestían, qué joyas tenían, y para recuperar esta información leí documentos y periódicos.

Mujer poco conocida

Celia del Palacio conduce al lector por una aventura apasionada junto a uno de los personajes fundamentales de la historia de México. Una mujer que superó la orfandad y vivió entre la clase más privilegiada de la Nueva España para que fuera posible el sueño libertario de una nación.

Es muy importante recuperar el papel de las mujeres en la guerra de Independencia, y particularmente la figura de Leona Vicario, que es poco conocida. Por fortuna ahora se pueden recuperar un poco más sus acciones y el papel que jugó.

Del Palacio explica que la protagonista es una mujer de la clase alta que está dispuesta a desprenderse de todo. Ella dejó la fortuna y todo lo que tenía por el movimiento de Independencia.

De acuerdo con la autora, hay partes de la vida de Vicario que no han sido documentadas, sobre todo el periodo en el que ella sale de la ciudad de México y se va a Oaxaca y Chilpancingo para recorrer Tierra Caliente, de Michoacán y Guerrero.

Toda esa parte cuando se va al Congreso de Chilpancingo, prácticamente no está documentada.

Con una narración que va de las fiestas de sociedad, colmadas de vestidos de seda, encaje y pedrería, a los feroces interrogatorios de la Inquisición, el encierro y el escape siguiendo al amor de su vida y los ideales irrenunciables.

La autora describe desde anécdotas conocidas sobre Leona Vicario hasta aspectos ignotos de su vida y de personajes como Vicente Guerrero, Agustín de Iturbide, Nicolás Bravo y Antonio López de Santa Anna, quienes marcaron el rumbo de los acontecimientos del periodo comprendido entre 1808 y 1842.

En agosto próximo, Del Palacio dará aconocer un nuevo libro titulado Adictas a la insurgencia sobre varias de estas mujeres. Se trata de pequeños relatos donde se unen historia y ficción para contar la vida de las insurgentes anónimas.