Beverly Hills, 20 de julio. La actriz estadunidense Lindsay Lohan empezó este martes a purgar una pena de 90 días en una cárcel de mujeres de Los Ángeles, enmedio de un inmenso despliegue de medios atraídos por las desventuras con las drogas y la justicia de la en otro tiempo promesa de Hollywood.

Tras una breve comparecencia ante la juez Marsha Revel, que confirmó la sentencia de 90 días de cárcel por violar la libertad condicional por conducir en estado de ebriedad en 2007, Lohan fue esposada, subió a un automóvil policial y fue trasladada al centro correccional de mujeres Lynwood, al sur de Los Ángeles, seguida por cámaras de televisión desde helicópteros.

Lohan, vestida de jeans, chaqueta de cuero negro y camiseta, se presentó a las 8:50 horas y luego fue trasladada a la cárcel. La pena podría ser reducida 25 por ciento, debido a medidas de las prisiones de California con condenados por delitos considerados menores, debido al hacinamiento.

Unas 24 horas después de que la actriz recobre su libertad, tendrá que ingresar a un centro de rehabilitación contra las drogas otros 90 días, según la sentencia de Revel, que parece muy estricta en hacer cumplir esta fase de la pena.

La joven llegó en una camioneta negra con vidrios oscuros, custodiada por otro vehículo; ingresó a la corte sin hacer declaraciones, seguida por su abogada, Shawn Chapman Holley.

Abogada retoma el caso

A última hora del lunes Chapman Holley volvió a asumir como abogada de la actriz, luego de haber renunciado la semana pasada, y de que Robert Shapiro, quien el viernes anunció que la defendería, renunció sin dar mayores explicaciones.

El padre de la protagonista de Mean Girls (2004), Michael Lohan, llegó al tribunal poco antes que la hija, acompañado de otra abogada: Te queremos, Lindsay, dijo cuando vio a Lohan llegar a la sala y dijo sentirse devastado ante el hecho de que su hija fuera encarcelada.

Decenas de periodistas estadunidenses y extranjeros, paparazzi y cinco helicópteros esperaron el arribo de la actriz de 24 años a la corte, donde también llegaron fanáticos y turistas que paseaban por ahí y se encontraron con una historia típica de Hollywood, que deseaban guardar de recuerdo con fotos desde sus teléfonos celulares.

Estoy aquí porque Lindsay merece el apoyo de todo el mundo, dijo Jake Byrd, fanático y cazador de autógrafos de Hollywood, quien levantó una pancarta en apoyo a la actriz apenas la vio bajar del automóvil.

La actriz de Herbie Fully Loaded y A Prairie Home Companion, era una joven estrella del canal Disney y desde 2005, cuando empezó a tener más oportunidades en el cine, ha tenido varios problemas judiciales y esporádicas estadías en centros de desintoxicación que han mermado su progreso en el mundo del espectáculo, donde fue considerada una joven promesa.