El sueño consta de varios ciclos que se repiten cada 90 minutos aproximadamente, durante el tiempo que la persona permanece dormida.

La primera y segunda etapas son de sueño ligero. En los adultos ocupan 60 por ciento de cada ciclo. La persona dormida puede sentir lo que ocurre a su alrededor, pues está parcialmente alerta.

En la tercera, despertar es más difícil. Es más larga en los niños, porque es cuando se produce la hormona del crecimiento.

La cuarta es la de los sueños y es importante para lograr la depuración de los procesos mentales superiores (capacidad de memoria y aprendizaje, entre otros). Las dos últimas son las del sueño profundo.

Cuando han transcurrido las cuatro etapas, el individuo despierta, lo cual también forma parte del descanso y del proceso del dormir. Es el momento en que cambia de posición.

La persona, generalmente, no se da cuenta de que se despierta, porque el nuevo ciclo del sueño empieza otra vez casi de inmediato, salvo en quienes padecen insomnio.

Fuente: Clínica del Sueño. Hospital General de México.