La Secretaría de Educación Pública (SEP) incluyó en el catálogo de asignaturas la de sexualidad y género, la cual se impartirá a partir del próximo ciclo escolar en el primer grado de secundaria. Se tratará con los alumnos los temas de afecto, género, reproducción y disfrute, entre otros. Además se creó para los profesores la especialización en educación integral de la sexualidad, como parte de las acciones comprometidas por México en la Declaración Ministerial Prevenir con Educación de 2008.

Los avances del país en el cumplimiento del documento se presentaron en la Conferencia Internacional de Sida que se realiza en Viena. En el ámbito educativo destaca la incorporación de la materia mencionada que, de acuerdo con Alexis Sorel, responsable de vinculación con redes de la organización Democracia y Sexualidad (Demysex), se impartirá en las escuelas del Distrito Federal una vez a la semana también con temas sobre las actitudes de aprecio y respeto por sí mismo y por los demás.

Tiene la ventaja de que cualquier estado de la República puede retomarla para incorporarla al plan de estudios del nivel secundaria, apuntó. Los alumnos conocerán sobre el manejo de información veraz y confiable para la prevención de infecciones de transmisión sexual, embarazos tempranos y situaciones de violencia, indica un documento elaborado por la SEP con el contenido de la nueva asignatura.

Sorel comentó, en entrevista, que todavía es mucho lo que falta por avanzar para garantizar el acceso a una educación sexual integral. Resaltó que hasta ahora la SEP se ha mantenido en un trabajo de bajo perfil, lo que ha impedido tener avances contundentes para el cumplimiento de los acuerdos suscritos por los ministros de Salud y Educación de América Latina y el Caribe, durante la primera reunión de este tipo y con la finalidad de contener el VIH en la región. El encuentro se efectuó en México previamente a la Conferencia Internacional de Sida de 2008.

En dicha declaración se estableció una serie de metas; una de ellas la revisión de los programas de estudio con la finalidad de lograr en 2015 reducir en 75 por ciento la brecha en el número de escuelas que no ofrecen una educación integral sobre sexualidad.

El análisis sobre los planes escolares está en curso en el área de ciencias de la educación primaria, explicó Sorel. Además, se ha dado capacitación a estudiantes normalistas en 16 estados de la República para dotarlos de las herramientas para el desempeño de su actividad docente en el tema de la sexualidad.

Al respecto, la SEP reconoce que la educación en este aspecto implica formar en una temática que no posee un discurso único por ser inherente a vivencias personales, y que enfatiza procesos reflexivos y dialogantes dirigidos a abordar la sexualidad desde cuatro componentes: reproductividad, género, erotismo y vinculación afectiva.

Por la complejidad que manifiestan se deben abordar desde su interrelación para que conlleven a la salud sexual y bienestar general de la persona, indica.

En cuanto a la perspectiva de género, la asignatura sexualidad y género la plantea como un conjunto de posibilidades para los seres humanos de mirar más allá de una cuestión del sexo natural y las simbologías de papeles sociales que han sido determinados; lo que involucra la generación de procesos de pensamiento que den una opción de vida flexible en la que se construyan habilidades, talentos desde un panorama vital, afectivo y educativo, así como otorgar un concepto de individuo con un sentido de participación, con independencia de su sexo y de su deseo sexual, como ciudadanos y ciudadanas con iguales derechos y obligaciones, señala el documento de la SEP.

En el ámbito de la salud, Sorel mencionó que el mayor activismo se ha dado desde el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida) con la promoción del uso del condón, la prevención de la epidemia y la participación de personal de ese organismo en los cursos de capacitación a docentes, entre otras actividades.