La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) del gobierno federal admitió que en lo que va del sexenio de Felipe Calderón el número de personas en pobreza alimentaria se incrementó en 5 millones, y alcanza alrededor de 20 por ciento de la población total del país.

Luis Mejía Guzmán, subsecretario de Desarrollo Humano y Social de la dependencia, aseveró que actualmente existen en México 19.5 millones de personas que carecen de los recursos suficientes para alimentarse adecuadamente.

Lo anterior supone un retroceso en la batalla contra la pobreza extrema, la cual, aseguró, había sido combatida con éxito por el gobierno mexicano, toda vez que de 1996 a 2006 el número de personas en pobreza alimentaria disminuyó de 34.7 millones a 14.4 millones, es decir, habíamos bajado 20 millones.

Durante un acto organizado por la Fundación Walmart de México, Mejía Guzmán atribuyó esta situación al incremento bárbaro en el precio de los alimentos de 2006 a la fecha, a lo que se agregaron los efectos de la crisis económica.

Aseguró que, pese a la aplicación puntual de los programas de la dependencia y la solicitud de apoyo a la sociedad civil y fundaciones para retomar el camino, no se pudo evitar que los problemas de salud que azotaron al país el año pasado, como la influenza, el dengue y la rabia en humanos, afectaran a los sectores más vulnerables de la sociedad.

El funcionario instó a fomentar, hoy más que nunca, la cultura del servicio y la solidaridad, durante el anuncio del donativo de 430 millones de pesos de dicha fundación a 250 instituciones sociales, las cuales apoyarán a 3 millones de personas que viven en condiciones de pobreza alimentaria en las 32 entidades del país.

En tanto, Adolfo Martín Hurtado, director técnico de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló que existe una relación directa entre pobreza alimentaria y violencia, y que el fenómeno se puede potencializar.

Aseveró que dos de cada 11 personas, es decir, casi 20 por ciento de los mexicanos, tendrán problemas de aprendizaje y enfermedades crónicas.

Esto, además, propicia problemas en la cohesión social, pues las personas con hambre sienten que la sociedad las ha abandonado y por consiguiente pierden responsabilidad con respecto a su comunidad.

Por ello, explicó que en lugares como México y países centroamericanos, envueltos en un clima de violencia, el combate al hambre y el reforzamiento de la cohesión social son fundamentales.

En tanto, Notimex informó que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hizo un llamado a los gobiernos de los países de América Latina y el Caribe a implementar políticas públicas adecuadas que rompan con el círculo vicioso de la desigualdad social.

Al convocar a la presentación en México del Informe regional sobre desarrollo humano para América Latina y El Caribe 2010, el organismo expuso que esta es la región más desigual del mundo, lo que complica reducir la pobreza.

Ante ese panorama, dicho informe, que se presentará el próximo jueves, trata de responder, entre otros temas, a por qué los sistemas políticos y los mecanismos de redistribución de la riqueza no han sido eficaces en la región, y propone algunas líneas generales de políticas públicas para garantizar las opciones de desarrollo para la población.