La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que en México se han reportado alrededor de 50 especies de mántidos, de las 2 mil 500 que existen en todo el planeta.

Según explicó en un comunicado Enrique Mariño Pedraza, investigador del Instituto de Biología de esa casa de estudios, estos insectos se caracterizan por su capacidad de mimetismo, ya que su naturaleza les permite adoptar distintas formas de hojas, ramas o flores para protegerse de sus depredadores.

Señaló que estos insectos son fácilmente reconocibles por sus patas anteriores raptoras, que se posicionan de tal forma que parece que están orando.

De hecho, es la causa por la que comúnmente se les conoce como rezadera, religiosa o mantis, término utilizado por los antiguos griegos y que significa profeta o adivino.

Capacidad para camuflarse

Abundó que los mántidos poseen una asombrosa capacidad para camuflarse y pueden cambiar tanto de coloración como de aspecto, pudiéndose confundir con hojas, ramas, hormigas e incluso hasta con orquídeas.

Sostuvo que un mito en torno a las mantis es creer que son venenosas; sin embargo, ninguna especie representa peligro para los humanos. Por el contrario, debido a sus cualidades para la caza, a principios del siglo XX se introdujeron en Estados Unidos las especies europeas y china para el control biológico de plagas.

La mayoría de los mántidos se pueden encontrar en regiones tropicales y subtropicales, aunque también es posible hallarlos en bosques secos, desiertos y zonas templadas.

En la región neotropical, donde se ubica México, se han ubicado 474 especies, distribuidas en 91 géneros y seis familias. En territorio nacional se han reportado 50 especies pertenecientes a 21 géneros y cinco familias, distribuidas en 16 estados, como Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Tabasco.

Agregó que estos insectos, al ser depredadores voraces, se alimentan de víctimas vivas, como moscas, pulgones e invertebrados en general. En ocasiones cometen canibalismo cuando emergen las ninfas, porque seres de su misma especie se convierten en el primer alimento que tienen al alcance.

En cuanto al canibalismo sexual, el especialista explicó que durante o después de la cópula la hembra suele arrancar la cabeza al macho, pero ésta es sólo una característica de la mantis religiosa o de algunas especies en cautiverio.