Con una exposición colectiva de artistas de Oaxaca, de fuereños que viven en ese estado” y de otros creadores ayer se inauguró La Telaraña, espacio escultórico de Alejandro Santiago.

El recinto, de 80 por 20 metros, se creó en la medida que Santiago (Teococuilco de Marcos Pérez, Oaxaca, 1964), quien es ampliamente conocido por su proyecto escultórico 2501 migrantes, se hizo de una casa, luego de otra, cuyos predios juntó con el de su vivienda.

Después compró tres más, todos en la colonia Alemán, rumbo al aeropuerto. Eran construcciones de los años 70 y 80 del siglo pasado, sin valor arquitectónico.

Como también tiene un taller de gráfica –La Chicatana, que dirige su hijo Lucio–, uno de litografía, otro de cerámica y uno más de orfebrería donde s trabaja la plata, Alejandro Santiago manifiesta: Voy a invitar a artistas para que vivan en la casa y coeditar su producción en cualquiera de los talleres.

Pero, como “siempre me ha emocionado la escultura por una extraña razón, entonces, dije, ‘armo mejor un espacio de esculturas. Invito a un artista a traer una estampa, de ella levanto una figura y le propongo si la coeditamos en bronce, en plata o en cerámica. Finalmente, tenemos los talleres en los que se puede trabajar con toda la libertad del mundo. Así surgió La Telaraña”.

Trabajo con la comunidad

Para construir ese espacio escultórico, Santiago se encontró con un buen arquitecto que terminó un trabajo que estaba haciendo, se llevó a 30 albañiles y en dos meses se terminó.

El nuevo recinto tiene un área abierta y otra cerrada. Al respecto, Alejandro Santiago agrega: Por fortuna he adquirido algunas piezas en mucho tiempo de actividad y al platicar con Fernando Gálvez (curador y promotor cultural) logramos enlazar muy bien el proyecto por medio de otros artistas que él conoce. Tendremos una diversidad de creadores que cultivan la escultura.

Ese espacio múltiple en la periferia será una novedad para Oaxaca, donde por lo regular los museos y recintos culturales se concentran en el Centro Histórico.

El también pintor, en entrevista, asevera: “En mi caso he trabajado mucho con la comunidad –ha reclutado a niños del barrio como ayudantes–, con el mercado... tengo 20 mil proyectos, por cierto, con temas sociales como la migración”.

Como Oaxaca es más conocido por su pintura, Gálvez señala: Darle un espacio a la tridimensión también amplía las posibilidades tanto de trabajo como del desarrollo cultural de los jóvenes y los artistas.

Dinamismo cultural

Ante el inminente cambio de gobernador, Gálvez lo considera un momento de esperanza para la población. Aunque, aclara, la cultura no se ha frenado; hay un dinamismo muy fuerte y muchos factores culturales que siempre empujan en Oaxaca. La sociedad está deseosa de iniciar nuevas aventuras culturales.

La idea de la exposición, explica Gálvez, es hacer juego con el nombre de La Telaraña, de allí que invitamos, por ejemplo, a artistas que trabajan con hilos, como Adán Paredes y Selma Guisande.

En la medida en que es un inicio de vuelo, vamos a meter cosas alusivas a aves y nidos para hacer un diálogo con la telaraña como una red que capta la atención y captura las iniciativas interesantes que vemos, pues también es un despegue.

Más que una galería, Alejandro Santiago percibe el naciente espacio como un lugar múltiple, donde a futuro se realizarán otro tipo de actividades culturales, como conferencias y presentaciones de libros.