La operación de maquinaria pesada para derribar las viviendas encendió los ánimos
La Secretaría de Obras rechaza que se hayan enviado retroexcavadoras
Sólo hay pacharas para retirar escombros, asegura
Instalan plantón, el cual continuaba al cierre de la edición
Martes 27 de julio de 2010, p. 31
La entrada de maquinaria pesada para demoler las viviendas expropiadas en la colonia La Malinche, de la delegación Magdalena Contreras, encendió los ánimos de los vecinos que se oponen a la construcción de la supervía poniente, quienes colocaron barricadas para impedir el derribo de los inmuebles.
El sábado por la noche, la empresa contratada para realizar los trabajos de demolición ingresó a la zona expropiada de La Malinche una retroexcavadora, informaron vecinos, y comentaron que la máquina empezó a operar ayer por la mañana y derribó algunas bardas
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Las vibraciones cimbraron las viviendas que aún están habitadas y limitan con los inmuebles desocupados. A las 13:39 horas sonaron las campanas de alerta y en poco tiempo la calle Rosa Norte fue ocupada por los residentes del lugar, quienes convocaron a asamblea.
Ahí se acordó llamar a la gente para evitar el derribo de los inmuebles y exigir los permisos de demolición a los trabajadores, los cuales nunca exhibieron.
Con escombros cercaron los accesos a los predios desocupados, se declararon en plantón permanente y exigieron al Gobierno del Distrito Federal sacar la retroexcavadora y mostrar los documentos que autorizan la demolición, porque todo tiene que ser legal
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Ante el enojo de los colonos, que gritaban consignas contra el gobierno de la ciudad y manifestaban su rotundo rechazo al proyecto vial, los trabajadores de la empresa contratada desalojaron la zona y retiraron la maquinaria, mientras los vecinos echaron abajo la malla metálica que había sido colocada para delimitar la zona expropiada.
Personal de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) y de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) estuvo en la colonia. En tanto que representantes de la Secretaría de Gobierno que se encontraban en la zona señalaron que el gobierno no necesita de permisos
y calificaron a los afectados de un pequeño grupo de rijosos
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También estuvo el diputado local priísta Cristian Vargas, quien intentó iniciar una fogata para evitar la eventual entrada de la fuerza pública, ante el rumor de que acudirían granaderos, pero una mujer apagó el fuego y aclaró al legislador que su movimiento es pacífico
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La Secretaría de Obras y Servicios del gobierno de la capital rechazó que se hubiera enviado maquinaria, pues “lo único que se tiene en el lugar son pacharas –palas mecánicas– para retirar el escombro de los inmuebles que han sido derribados en las semanas recientes”.
Al cierre de esta edición los vecinos mantenían el plantón.