Martes 27 de julio de 2010, p. 26
Los altos niveles de pobreza en el país provocan que los recursos invertidos en investigación y desarrollo no sean aprovechados al máximo, debido a que gran parte de la población está excluida de los procesos de innovación, aseguró William F. Maloney, economista principal del Banco Mundial (BM).
Luego de participar en el seminario Promoviendo la competitividad de Latinoamérica y el Caribe, organizado por la Secretaría de Economía (SE) y el BM, el funcionario explicó que cuando la desigualdad se transforma en bajos niveles de capital humano se convierte en limitante para aprovechar la inversión en la materia.
Se debe tener mucha gente que sepa cómo manejar máquinas y esté lista para las nuevas oportunidades económicas. Si hay gran porcentaje de la población sin los conocimientos educativos básicos, pues no estarán participando
, expresó.
Durante su ponencia, Maloney explicó que sin inversión en educación y factores complementarios que permitan a las empresas absorber los avances que los centros de investigación logren, el gasto en innovación y desarrollo estará destinado al fracaso.
Si no hay factores complementarios para usar los frutos de la inversión en investigación y desarrollo no habrá ningún retorno económico
, señaló.
Algunas inversiones
Ejemplificó: mientras una nación como Corea del Sur invierte alrededor de 3 por ciento de su producto interno bruto (PIB) en ciencia y tecnología, para Haití la misma cifra no sería conveniente, debido a que no cuenta con un sector privado capaz de aplicar ese conocimiento.
La acumulación de conocimiento puede ser una dirección de la productividad, pero tenemos que tomar una visión muy amplia porque es un problema mucho más profundo y multidireccional. Hay que tener en cuenta que hay no sólo un problema de acumulación de conocimiento, sino que es parte de un proceso más amplio de acumulación en general
, abundó.
La subsecretaria de Industria y Comercio de México, Lorenza Martínez Trigueros, dijo que el país invierte alrededor de 49 mil 300 millones de pesos en investigación y desarrollo (0.4 por ciento del PIB), aunque de esa cifra 45 por ciento proviene de la industria.
Destacó que el gobierno federal ha puesto en marcha acciones encaminadas a fortalecer la competitividad del sector productivo, entre ellas para fomentar la innovación, facilitar el comercio, promover las compras del gobierno y avanzar en la regulación y simplificación.