Patrones presionan para que las leyes se modifiquen a su favor
Miércoles 28 de julio de 2010, p. 41
A 43 años de la aplicación del programa de trabajadores migrantes agrícolas a Canadá se redujeron las garantías de protección y elevaron los riesgos de accidentes, indica el Sindicato de Trabajadores de Alimentos y del Comercio (UFCW, por sus siglas en inglés), en su informe Condiciones de los trabajadores agrícolas migrantes en Canadá.
La industria agrícola se ha estancado en lo referente a las normas laborales e incluso los empleadores presionan a los legisladores para bajar los estándares del Programa de trabajadores agrícolas temporales (SAWP, por sus siglas en inglés), pues demandan que los jornaleros extranjeros paguen su alojamiento, boleto de viaje a Canadá e incluso abonar honorarios a los agentes de empleo.
Mediante dicho programa se permite a los trabajadores agrícolas extranjeros trabajar por un periodo de hasta ocho meses en la siembra, cultivo y cosecha en las temporadas altas; se ha convertido en un medio permanente de proveer trabajadores a dicho sector productivo.
En 2008 se registraron 21 mil 328 migrantes agrícolas, de los cuales 11 mil 798 fueron mexicanos y los demás de Trinidad y Tobago, Jamaica y Barbados. La mayoría son empleados por las empresas agrícolas localizadas en las provincias de Ontario y Quebec. Esa industria ha crecido e integrado, pero los trabajadores migrantes y temporales son a menudo considerados tan desechables como la cosecha del año anterior”.
De acuerdo con el UFCW, México es el país que más trabajadores envía y el número aumentará por el poco desarrollo de la economía y el desempleo que hay en ese país y en otras naciones del Caribe. Por ello hemos consolidado el diálogo con las autoridades gubernamentales de los países de origen de los trabajadores y han firmado convenios con el gobierno de la ciudad de México, Michoacán y Tlaxcala para trabajar de manera mancomunada y proteger los derechos de los ciudadanos mientras se encuentren trabajando en Canadá
, indica el informe.
La actividad agrícola, minera y la industria forestal ocupan los primeros lugares entre los trabajos más peligrosos, pero quienes laboran en el campo son quienes enfrentan la mayor cantidad de problemas relacionados con la salud y seguridad. Además sus empleadores pueden repatriarlos en cualquier momento como castigo por quejarse por las condiciones de inseguridad e higiene o por simpatizar con la organizaciones sindicales.
Esos trabajadores son excluidos de los derechos a salario mínimo, duración específica de jornada laboral, vacaciones, pago de horas extras, entre otros beneficios.