Autoridades de Canadá retuvieron dos aviones por falta de pago a los arrendadores
Sindicatos de pilotos y sobrecargos exigieron a la compañía alternativas de solución viables
Viernes 30 de julio de 2010, p. 21
La empresa Mexicana de Aviación se encuentra en un estado económico grave, cercano a la quiebra, que la obligaría a lanzar una subasta comercial en busca de inversionistas que se puedan hacer cargo de ella, entre quienes podrían estar los propios trabajadores.
En caso de no encontrarlos, se vería forzada a redimensionarse
, lo que implicaría el recorte de cientos de plazas de trabajo, y la disminución de los salarios hasta en 60 por ciento.
Por lo pronto, la aerolínea en problemas financieros canceló dos vuelos debido a que autoridades de Canadá retuvieron dos de sus aeronaves hasta esclarecer si cumplirá con el pago de sus obligaciones a uno de sus arrendadores.
La compañía afirma en un comunicado que la retención de las aeronaves no se encuentran debidamente justificadas y trabaja con las autoridades correspondientes para esclarecer lo que calificó de malentendido
.
Así lo dieron a conocer en conferencia de prensa Fernando Perfecto y Lizette Clavel, secretarios generales de la Asociación de Pilotos Aviadores de México (ASPA) y la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA), respectivamente, a quienes la empresa les informó al respecto apenas el pasado lunes.
Falta una política de aviación
Luego de afirmar que los problemas de Mexicana son los mismos que los de otras empresas del ramo, y criticar la ausencia de una verdadera política gubernamental en materia aeronáutica, ambos representantes apremiaron al consejo de administración de la compañía para que ofrezca alternativas de solución viables.
Los administradores de la aerolínea, a decir de Perfecto, sólo le advirtieron a los trabajadores que la situación actual es crítica, pero no ofrecieron información detallada de por qué es así, ni brindaron una opción clara para revertirla.
En los encuentros que ha sostenido con los sindicatos del lunes al jueves, Mexicana ha planteado tres posibles escenarios: vende la compañía a los propios trabajadores, para que éstos se hagan cargo de ella, en colaboración con algún grupo de inversionistas; llama a un concurso mercantil, o lleva a cabo una restructuración operativa
.
Esta última opción implicaría, según los representantes sindicales, recortar 200 plazas de pilotos y hasta 500 de sobrecargos –cerca del 30 por ciento de la plantilla–, y la caída hasta de 60 por ciento de sus ingresos totales.
Además, la empresa pediría la anulación de hasta 70 por ciento de las cláusulas del contrato colectivo de trabajo de ambos gremios.
Perfecto y Clavel enfatizaron que los sindicatos no se negarían de entrada a un esquema de este tipo, pero que primero necesitarían tener información clara y suficiente para después consultar a sus bases sobre una eventual respuesta afirmativa.
En 2006, recordó Perfecto, Mexicana le planteó a los trabajadores una situación similar, y se alcanzó un pacto histórico
que en teoría iba a darle estabilidad a la empresa, pero desgraciadamente no fue así.
Ante esta situación, los representantes sindicales se dijeron ávidos
de negociar con la empresa, y al mismo tiempo llamaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a que intervenga para aclarar el asunto.
En enero, el titular de la SCT, Juan Molinar Horcasitas, sostuvo que el gobierno federal buscaría dirigir la creación de una aerolínea bandera mediante la unión de Aeroméxico y Mexicana.
Grupo Financiero Banamex, que posee una participación accionaria en Aeroméxico, descartó que estudie la compra de su competidora, mientras Miguel Alemán Velasco, presidente del consejo de administración de Interjet, aseguró que no está interesado en adquirir Mexicana de Aviación.
(Julio Reyna Quiroz, Israel Rodríguez, Fernando Camacho Servín y Reuters)