Hasta el momento la procuraduría del estado de Guerrero no ha encontrado alguna averiguación previa que relacione a Victorino Castro Arroyo, una de las cuatro personas asesinadas en una pizzería de la delegación Coyoacán, con algún homicidio u otro delito en esa entidad, señalaron fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Agregaron que tampoco se ha encontrado información en la Plataforma México sobre esta persona que, según declaraciones de familiares, estuvo involucrado en un asesinato cometido hace un año en el municipio de Petatlán, motivo por el que, junto con su familia, se refugió en la ciudad de México.

En cuanto a la investigación sobre el multihomicidio, se continúa con la toma de declaraciones de los testigos de identidad, hasta el momento seis personas, todos ellas familiares de las víctimas, cuyos nombres no se revelaron por motivos de seguridad, se han presentado ante el Ministerio Público.

Peritos de la PGJDF trabajan en la elaboración de los retratos hablados de dos sujetos que llegaron al lugar amedrentando a los clientes. Lo anterior con base en el testimonio de la madre de Rosa Elena Silva González, otra de las víctimas y esposa de Castro Arroyo,

La mujer refirió que estuvo toda la tarde del miércoles en el establecimiento, ubicado en la colonia Pedregal de Santa Úrsula, cuando salió con el hijo de los hoy occisos, de tres años de edad, momento en el que entraron dos sujetos a la pizzería, uno de los cuales golpeó en una de las mesas e increpó a seis comensales que se encontraban en el lugar, gritándoles ¡Ustedes!, ¿qué me ven? Los aludidos, agregó, agacharon la cabeza.

Según la declarante, ella se encontraba afuera del local, por la calle Santo Tomás, y al ver que el incidente no pasó a mayores se dirigió a una tienda localizada a cuatro casas del establecimiento comercial y dijo no haber escuchado ni un balazo.

También rindió declaración el hermano de Victorino, quien dijo que llegó al negocio denominada Danny’s Pizza, aproximadamente a las 21 horas para apoyar a su hermano con una supuesta entrega de un pedido, lo cual no pudo hacer debido a que no le abrieron en el domicilio que se le había indicado.

Según el hombre, fue su esposa quien le dijo que al parecer habían asaltando la pizzería, por lo que se dirigió al establecimiento y después a la Coordinación Territorial COY-4, donde identificó los cuerpos.

La PGJDF está a la espera de los estudios de los cartuchos percutidos, aparentemente calibre 380, así como de los resultados de la necropsia de ley.