Se han dado pasos firmes y el crédito es de la familia, asegura
México sería mejor si dan más oportunidades a las mujeres en el balompié
Sábado 31 de julio de 2010, p. a14
No se trata solamente de impulso oficial. Para que el futbol femenil siga creciendo es necesario que continúe el proceso de apertura cultural. Si una niña quiere unos zapatos de futbol para su cumpleaños, ¡que se los compren!
, sintetiza Leonardo Cuéllar, director de selecciones femeniles, para quien el cambio ya empezó pero debe profundizarse.
En la reciente década, asegura, se han dado pasos firmes y parte del crédito es de las familias. “En 1999 iba a realizar visorías en los estados y, con todo el respeto, se presentaban señoras de 30-40 años porque eran las activas, las que mantenían vivo el futbol del país.
Cuando estuve en Puebla y fueron unas 700 niñas, 150 de ellas, menores de 10 años, venían con sus padres. Algunas ya habían jugado, pero querían ser parte del proceso. La gran diferencia son las puertas que tocan ahora para querer participar.
Cuéllar considera que otorgar mayores oportunidades a las mujeres en el balompié, como en otros ámbitos deportivos y laborales, haría de este un país mejor.
Creo que es un momento importante en lo que se quiere construir en espacios de participación, para que nuestra sociedad pueda competir bien y siga con el cambio cultural
, comentó en entrevista con La Jornada.
Pero no se trata de un favor, sino de un lugar que ellas han ganado con trabajo y esfuerzo. Compiten con su propio género y el futbol femenil está en proceso de llenarle el ojo a todos los que aman este deporte. Cada día están mejor físicamente y técnicamente conocen más este deporte, se actualizan y se apasionan
.
La semana pasada la Sub-20 llegó a cuartos de final en el Mundial de la categoría y, con un estilo que combinó entrega absoluta con virtudes técnicas, conquistó al público y a los medios.
A su regreso tuvo igual –o mejor– recibimiento que el Tri mayor después de Sudáfrica 2010, pero Cuéllar remarca que las futbolistas mexicanas lo que menos quieren es la comparación de género. Ellas desean escribir su propia historia, crear su destino
.
Cuéllar, ex jugador emblemático de Pumas, opina que hombres y mujeres tienen que hacer sacrificios por igual, porque el que quiere algo siempre tiene que hacerlo
y, además de prescindir de fiestas y actividades propias de la edad, hay que adelantar exámenes y trabajar horas extras
.
Sin embargo, resalta la entrega de sus jugadoras y cita a Cecilia Santiago, quien a sus 15 años ya disputó eliminatorias de la Sub-20, Sub-17 y un Mundial.
Es admirable el compromiso, la determinación y el carácter
de la portera, remarca, y destaca que las seleccionadas mexicanas ostentan un nivel académico que no tiene comparación
, porque consiguen becas en universidades de prestigio, como Alina Garciaméndez, quien estudia en la Universidad de Stanford, e Iris Mora, quien se graduó en la Universidad de California (UCLA).
La combinación de formación humana y estudios de alto nivel da como resultado que si ellas quieren, pueden vivir del futbol
, señala y deja a un lado el prejuicio al respecto.
Cuéllar lleva 12 años al frente de las selecciones femeniles, cargo que aceptó porque me llamó la atención hacer cosas desde cero, había que romper moldes
.
Dice que han tenido avances, pero si ellas no fueran las interesadas esto no sucedería, por más que yo ponga toda mi alma o apoyen la Conade o la Federación Mexicana de Futbol (FMF)
.
Algunos de sus mayores logros han sido el octavo lugar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y la medalla de bronce en los Panamericanos 2003, además de la reciente clasificación a cuartos de final en el Mundial Sub 20 de Alemania, donde México venció a Inglaterra y empató con Japón y Nigeria.
Esta generación que brilló en Alemania es especial, admite Cuéllar. Por eso regresaron con el sabor amargo de que cuidando ciertos detalles se pudo estar jugando hoy
(la semifinal).
Es uno de los primeros grupos supervisado y formado futbolísticamente desde la infancia y allí, remarca, está el camino para alcanzar el nivel de las mejores selecciones, como hoy lo son Inglaterra, Suecia, China, Japón y Estados Unidos, entre otras.
Por eso, Cuéllar impulsa un proyecto para estructurar la formación, donde coordina esfuerzos de la FMF, Conade y Codeme.
Tras lograr que las categorías Sub-17, Sub-15 y Sub-12 se incluyan en olimpiadas juveniles, el actual desafío es crear campeonatos estatales en los que participen niñas de 10, siete y cinco años.
Considera que ese largo y trabajoso camino de crecimiento dará mejores resultados que intentar una liga profesional, difícil de sostener económicamente y de controlar en calidad, aunque también advierte que el crecimiento se dará, pero tal vez no con la rapidez que deseamos
.