l precio mundial, según proyecciones en el Annual Energy Outlook 2010 (Panorama Mundial de la Energía, AEO, por sus siglas en inglés) definido en términos del precio medio del crudo ligero, con bajo contenido de azufre, abarca una franja muy ancha que refleja la volatilidad inherente y, por supuesto, incertidumbre en los precios internacionales.
No se trata de establecer bandas de precios fijas y perfectamente determinadas para valores en el futuro, sino más bien crear condiciones en el mercado del petroleo, principalmente, y las implicaciones que pudieran tener en sus diferencias con los marcos previos de referencia establecidos.
Estos marcos de referencia asumen con frecuencia condiciones normales de acceso económico a mercados definidos por naciones ajenas a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y permiten la participación del mercado de ese cártel en la producción mundial.
Los altos precios producen un perfil a futuros en el mercado mundial en el cual la producción convencional queda restringida por decisiones políticas y también económicas, el uso de cuotas, regímenes fiscales, y varios grados de acceso en las restricciones por parte de los grandes productores, que disminuyen su producción y los países consumidores se vuelven contra los altos precios de producción de líquidos, no convencionales para satisfacer la demanda, la OPEP toma una parte menor, o más baja que en el cuadro de referencia que hemos citado.
Si se presenta el caso de los precios bajos, se genera un mercado mundial en el que, los países no OPEP desarrollan políticas fiscales estables, así como regímenes de inversión dirigidos o determinados con sus recursos propios. La OPEP crea, entonces, un mercado en el que los países incrementan su producción, con el propósito de alcanzar 50 por ciento de éste como participación del total de la extracción de líquidos, hacia arriba de 42 por ciento aproximadamente respecto de la de 2008.
En conclusión: es mucho menor el caso, cuando, con todas las condiciones que se generan así se da, de que se establezcan precios bajos en el mercado, que las condiciones que se generan cuando los precios altos se dan, controlando de esta manera el mercado mundial con todas las consecuencias de las que hemos hecho un somero análisis, esto visto, por el AEO 2010, el cual tiene un prestigio muy sólido en cuanto a interpretaciones de los mercados y de las consecuencias que generan, en proyecciones hacia el año 2035. El número correspondiente que acaba de salir, se dedica casi en su totalidad a la prospectiva de los mercados.
Por otra parte, se trata en este número de su análisis en otros aspectos, todos muy interesantes de una gran actualidad, al estudio muy preciso, y hecho con enormes recursos.
Para quienes estén interesados en esta valiosa fuente de información, para estudiarla cuidadosamente, esta publicación se consigue bajándola de: www.eia.doe.gov.
El caso de los precios bajos más estables, y este es el caso de los países no OPEP, que se orienta y se dirige a estimular su producción y, por tanto, sus recursos.
En el caso de los precios bajos las naciones de la OPEP, aumentan su producción con la intención de obtener 50 por ciento del mercado, como se ha dicho.
Por todos conceptos se puede observar como conclusión de este panorama global 2010 que la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles puede configurarse como altos, lo mismo que bajos, teniendo grandes consecuencias en las maniobras que tanto las naciones de no OPEP –que es una lista grande integrada por naciones de diversas partes del mundo– como las de OPEP, que ambos cárteles combaten en lo que consideran una legítima defensa de sus intereses, y puede ser que así fuera, pero no hay que dejar de considerar que el mercado mundial de los combustibles fósiles en los dos casos tiene consecuencias del consumidor final tanto en la vida cotidiana de los ciudadanos que los integran, como en su propia situación financiera y de política fiscal que hemos tratado de escribir en este artículo.
Pero si se analizan con frialdad y a fondo los beneficios que dejan al ciudadano común, a la sociedad en la que se desarrolla, tienen éstos muchas más ventajas en el caso de los precios bajos.
Para un mundo que en estos momentos está cobrando conciencia apenas de la gravedad que se genera por sí misma con las emisiones de gases tóxicos, como consecuencia de la combustión de los motores en el sector transporte, como en la generación y entrega de electricidad a las industrias que se nutren de ello. Hay esperanzas que para los años 20, 30 y 50 será posible producir combustibles menos contaminantes en mayores cantidades, pero esto solamente se lo dará siempre que todos juntos, OPEP y no OPEP, y no los que necesariamente pertenezcan a estas organizaciones para ser tomadas en cuenta que puedan disfrutar de un mundo mucho mejor que el actual en muchos aspectos.