Cambios sin sorpresas en el GDF
Un beneficiario, muchos afectados
i es cierto que, como dicen, en política no hay sopresas, sino sorprendidos, la noticia de los cambios en el Gobierno del Distrito Federal no debió haber dejado a nadie con cara de ¿what?
Los enterados aseguraban un par de días antes del anuncio que los enroques estaban listos y que sólo era cosa de esperar a que se hicieran efectivos. Colocar a Mario Delgado en una posición que permitiera ampliar el conocimiento de la gente sobre su trabajo resultaba urgente, si es verdad que el ex secretario de Finanzas está en el camino de postularse como el candidato de Marcelo Ebrard a la jefatura de Gobierno de la ciudad.
Aunque los logros de Delgado en el rango de las finanzas fueran calificados de sobresalientes por parte de la alta burocracia del gobierno de la ciudad, esto no parecía alcanzar para la contienda interna en el PRD, de donde habrá de salir el candidato, por lo que resultaba necesario incorporarlo a un espacio desde el cual pudiera estar más expuesto a la calificación popular. Hubiera sido un descaro total que lo llevaran a la Secretaría de Desarrollo Social, pero en Educación se le abre la posibilidad de tener mayor contacto con los habitantes del Distrito Federal.
Así que este proceso no tendría por qué sorprender a nadie. En los últimos meses Delgado fue incorporándose al trabajo social, por orden o beneplácito de Marcelo Ebrard, que lo mismo lo envió a Los Arenales, en el más reciente episodio de inundaciones, que lo convirtió en el benefactor de los adultos mayores, a quienes ha repartido tarjetas de beneficio económico.
De esa forma se le iba creando el perfil que ya no cabía en la Secretaría de Finanzas. Por eso a nadie le resultó sorpresivo el cambio, y nadie le ha dado otra lectura que no sea la electoral. No obstante, lo que sí llamó la atención de muchos fue la reunión a la que convocó Ebrard para pedir que los tiempos de campaña no se adelantaran, apenas una horas antes del enroque. A ojos de todos, lo que hizo el jefe de Gobierno fue poner la bandera roja de alto para todos sus funcionarios, menos para Delgado, a quien le dio el banderazo de salida.
La maniobra puede resultar de muy alto costo para las intenciones del jefe de Gobierno, porque una buena parte del perredismo en el Distrito Federal no ve con buenos ojos al nuevos secretario de Educación, quien, advierten, nada tiene que ver con la izquierda, y recuerdan sus tratos con el secretario de Hacienda del gobierno de Carlos Salinas, Pedro Aspe, con quien ha tenido tratos continuos, dicen los militantes.
Por lo pronto, entre el perredismo la maniobra de Marcelo Ebrard fue tomada casi como una traición para quienes tienen aspiraciones, y para buena parte de los militantes que habían leído, en la comida celebrada la semana pasada, un llamado al trabajo, aunque ahora sólo escuchan tambores de guerra. Habrá que estar pendientes de lo que suceda en los próximos días, aunque por lo pronto todo está en calma.
De pasadita
Por cierto, hoy se inaugura en el Palacio de los Deportes la segunda Feria del Empleo de la Ciudad de México. Como todos sabemos, dos veces por año se realizan estas ferias
, con el fin de ofertar puestos de trabajo, desde las empresas privadas, a los que no han logrado colocarse en algún centro de labores. Estaría de más explicar la importancia de estos actos, aunque en muchas ocasiones los salarios que ofrece la empresa privada son de hambre. De cualquier forma, siempre resultan un alivio para la gente que tiene meses en busca de un lugar que le brinde un salario. En esta ocasión, el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, por vez primera no estará en la inauguración del evento. ¿Alguna explicación?