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“Lo más difícil ahorita son las cárceles, porque allí también llegan los conflictos entre cárteles

En Durango todos estamos atemorizados, reconoce el secretario de seguridad pública

En la entidad nadie quiere aceptar el cargo de director de penal o jefe de policía, asegura

 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de agosto de 2010, p. 7

La ciudadanía está esperando que alguien haga algo y a correr; ¡todos estamos atemorizados!, reconoció Valentín Romano López, secretario de Seguridad Pública de Durango.

El funcionario también realizó tareas en materia de seguridad pública en Veracruz; en la Secretaría de la Defensa Nacional alcanzó el grado de general de brigada, y durante su carrera militar ocupó el cargo de jefe de la sección Quinta del Estado Mayor Presidencial, área que se encarga de cuidar la integridad del Presidente en turno.

Aún así relató: pues si yo salgo, ¡híjole! Tengo que salir bien cuidado, porque soy un blanco de estas personas (integrantes del crimen organizado).

Entrevistado en Puerto Vallarta, Jalisco, al concluir del Foro internacional hacia un modelo policial para el México del siglo XXI, declaró: “lo más difícil ahorita son los penales, porque allí también llegan los conflictos entre cárteles. La lucha externa llega hasta el interior de las cárceles.

“Llegué a Durango en enero de este año, después de que hubo un enfrentamiento en el penal de Gómez Palacio que dejó 23 muertos. Ese mismo mes hubo otra revuelta que arrojó 24 muertos.

“Comencé (como encargado de seguridad pública en esa entidad) en una situación donde lo que hay que hacer, lo más difícil, es restructurar y organizar los penales.

“Nos dimos a la búsqueda de personas idóneas que se hicieran cargo de los penales, y nadie quería. ¿Por qué? Pues por las amenazas, por las presiones...

“Los custodios son levantados. Se los llevan y aparecen muertos. Nadie quiere ser custodio. Y yo, menos quiero ser director.

–¿Se viven cotidianamente esas situaciones?

–Totalmente

–¿Llevan un registro de cuántos han levantado?

–Hay un registro de todos. Y bueno, aparte de que los levantan, sus familias reciben amenazas constantes. Por eso cuando se les pregunta: ‘¿quieres ser director del penal?’, nadie acepta.

–¿Cómo fue que llegó a ese cargo Margarita Rojas, la directora que está bajo arraigo y sujeta a investigación por la PGR debido a que supuestamente permitía que grupos de internos salieran de la prisión y utilizaran armas de cargo de los custodios para asesinar a presuntos integrantes de grupos rivales?

–Me han contado que esa señora fue avalada por la Barra de Abogados de Gómez Palacio. Era como un emblema para ellos.

“Además con los controles de confianza, pues qué se podía esperar de una persona así, con moralidad. Y es que ningún hombre se quiso hacer cargo del penal. De veras, ningún hombre, y una mujer, pues sí llamó la atención y mereció la oportunidad. ¿O qué, por ser mujer se le iba a negar la oportunidad?

–¿El problema de encontrar directores para los penales es el mismo caso para los jefes de policía?

–Pongo mi ejemplo: acepté y al mes sufrí un atentado. Me dispararon 2 mil 500 cartuchos con cuernos de chivo y me tiraron 20 granadas. Lo peor que puedo decir es que hubo un momento de duda porque tengo miedo, pero pos hay una necesidad”.

–Pero usted debe tener protección institucional...

–Lo invito a que sea director del penal, y (para convencerlo) le digo: ‘te vamos a dar protección, seguridad para tu familia, te vamos a cuidar, no te vamos a desproteger de ninguna manera’.

“Apenas aceptó una persona. Ya es el director del penal (José Villegas, en sustitución de Margarita Rojas), pero dijo: ‘sí, me hago cargo; voy a tratar, es un reto, pero necesito que me cuiden, porque empiezan luego luego las amenazas’.

“Creo que a todos los funcionarios, en todos los niveles, en todos los estados, les ha pasado lo mismo: reciben una llamada por teléfono y lo primero que les dicen es que lo van a matar o le van a mandar a uno la cabeza de un familiar si no se alínea o si no, no sé, en fin…

“He recibido esas llamadas y tengo temor hasta de contestar el teléfono. Como yo, todos. Todos las reciben.

–¿Administrar penales es un reto?

–Los sistemas penitenciarios son normas, son instructivos que seguimos de academia, para recobrar a una persona que ha delinquido y se reintegre a la vida pública, para eso se establecen talleres y se promueve que los reos estudien, que hagan deporte, que aprendan un oficio.

“Estamos enfocados a eso, pero los reos están abocados a cosas y nos sorprenden. Nosotros estamos cuidándolos, procurando que estén bien, porque una de nuestras obligaciones es que vivan como humanos, pero están en otra frecuencia.

–¿Cuántos penales hay en Durango y en cuáles hay esta situación con los presos?

–En todas las prisiones, las dos de Gómez Palacio, la de Durango y de Guadalupe Victoria, hay disputas por el control, desde fuera y desde adentro.

“Nuestra máxima preocupación cuando llega una persona es saber de qué lado está. Porque si no se atinó, a las 24 horas se lo echan.

“Tengo que estar cuidando a esa persona, a ver para dónde batea, y si llega un grupo de 15, ¡aguas! Hay que ir a ver esas 15, qué son, y tener, inclusive, un penal exclusivo para un tipo de gente y otro especial para otro, porque si no viene el enfrentamiento y…

No tienen idea de lo que es un preso, de cualquier cosa hace un arma.

Las prisiones en los estados son deprimentes, y qué podemos hacer cuando no hay capacitación, concluyó el funcionario.