Tres cuartas partes de las comunidades originarias viven en pobreza y marginación: Conapo
El grueso de la población joven de este sector, 67.5 por ciento, se encuentra en el mercado laboral
Según datos de Enadid, 20.9 por ciento de las mujeres sin hijos utilizan métodos anticonceptivos
Martes 10 de agosto de 2010, p. 13
En México tres cuartas de la población indígena se encuentran en condiciones de pobreza y marginación. Por sus condiciones de vida se ubican como uno de los grupos más vulnerables de la sociedad mexicana.
Según la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (Enadid), el grueso de los habitantes menores de 15 años asiste a la escuela, pero sólo una tercera parte de los jóvenes mayores a esa edad estudia; el resto trabaja, preponderantemente los varones.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social considera a las comunidades indígenas, asentadas en 62 pueblos, con 14.2 millones de habitantes, uno de los sectores más pobres del país; los niños son los más afectados.
En el Día Mundial de los Pueblos Indígenas, el Consejo Nacional de Población (Conapo) puso énfasis en la situación que viven los mexicanos jóvenes que integran ese sector en materia educativa, laboral y de salud.
Con base en datos de la Enadid 2009, determinó que en años recientes se ha logrado que dos tercios de esa población alcancen niveles de escolaridad equivalentes o superiores a la secundaria.
En particular, 4.3 por ciento de la población joven indígena no cuenta con ningún nivel de escolaridad; 11.7 por ciento tienen primaria incompleta y 21.3 por ciento completa; 62.6 por ciento tienen, por lo menos, nivel de secundaria.
Pero también reconoce que la mayor parte del grueso de esa población trabaja. Particularmente 67.5 por ciento de los varones, pues las mujeres se ocupan mayormente de las labores domésticas y solamente 23.4 por ciento se encuentra en el mercado laboral.
Respecto de las prácticas de salud reproductiva de mujeres indígenas en edad fértil (de 15 a 49 años), 85.1 por ciento conocen, al menos, un método anticonceptivo, y se encuentran entre los más conocidos pastillas, inyecciones, la operación femenina (salpingoclasia) y los preservativos.
Sin embargo, a pesar de que más de 80 por ciento conocen algún método anticonceptivo, la prevalencia en el grupo de mujeres indígenas, es decir, el porcentaje de mujeres en edad fértil casadas o en unión consensual que utilizan algún método anticonceptivo para regular la fecundidad, fue de 58.3 por ciento en 2009
.
Y las diferencias se acentúan por grupo de edad. Mientras una de cada tres adolescentes indígenas (15 a 19 años) usa métodos anticonceptivos, la prevalencia aumenta a 50 por ciento de las jóvenes (20 a 24 años) y a dos de cada tres a partir del grupo de mujeres entre 30 y 34 años, cifras que contrastan con las del total de la población, en el que la prevalencia de anticonceptivos es de poco más de cuatro por cada 10 adolescentes y seis de cada 10 jóvenes
, según Conapo.
El organismo enfatizó que entre los mexicanos en general el inicio de la vida sexual se encuentra estrechamente ligado al de la vida reproductiva, por lo que el uso de métodos anticonceptivos es posterior al nacimiento del primer hijo, porcentaje que aumenta conforme se incrementa el número de hijos nacidos vivos. Pero en el caso de la población femenina indígena, sólo 20.9 por ciento sin hijos usan métodos anticonceptivos; 42.6 por ciento de las mujeres con un hijo los utilizan; 60.5 por ciento de las que tienen dos hijos también, y 72.2 por ciento de aquellas con tres hijos o más. Así, 56.3 por ciento son usuarias de la OTB (oclusión tubaria bilateral), mientras el DIU, las inyecciones y los métodos tradicionales participan en su conjunto con poco más de 30 por ciento
.
A mayor escolaridad, menores niveles de prevalencia anticonceptiva entre las indígenas; tan sólo acceder a la primaria incrementa 38 por ciento el uso de anticonceptivos.