Jueves 12 de agosto de 2010, p. 21
Sukkur. La ONU pidió ayer 459 millones de dólares en ayuda para la inundada Pakistán, al advertir de una segunda ola de muertes de sobrevivientes enfermos y hambrientos a menos de que llegue pronto ayuda al país, cuya población musulmana inició hoy el mes sagrado del Ramadán. Las inundaciones desatadas por fuertes lluvias monzónicas sobrepasaron la cuenca del río Indo y causaron la muerte de unas mil 600 personas y alteraron las vidas de unos 14 millones, entre ellos unos 2 millones que se vieron forzados a dejar sus casas, en lo que ha sido comparado, por el número de damnificados, como un desastre similar al sismo de enero pasado en Haití. El mandatario Asif Ali Zardari, criticado por lo que se percibió como lentitud de su gobierno ante las inundaciones, defendió su decisión de viajar al exterior al inicio de la crisis, lo que, dijo, ayudó a atraer la atención mundial sobre la difícil situación de las víctimas. Las inundaciones son las peores en la región en 80 años, elevando los temores sobre el futuro del nuclearmente armado socio de Estados Unidos. El FMI advirtió de un gran daño económico y el Ministerio de Finanzas afirmó que el país perderá este año la meta de un crecimiento de 4.5 por ciento del producto interno bruto, aunque no sabía qué tan alejado quedaría el país de esa cifra.