De 30 mil asociaciones civiles que existen en el país, sólo 7 mil son donatarias autorizadas (dan recibos deducibles de impuestos) y otras 12 mil deben obtener la Cluni para poder recibir recursos del Estado, informó Jorge Villalobos, presidente del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).

Al presentar el Índice de la Sociedad Civil en México, que arrojó una calificación de 40 puntos de 100 (donde cero es una sociedad inexistente y 100 es bien desarrollada, con práctica de valores democráticos y excelente nivel de institucionalización), destacó que las organizaciones religiosas son las que más membresía activa registran, con 26.5 por ciento de la población. En cambio, los partidos políticos tienen una membresía de 3.6 por ciento y muy poca credibilidad.

En rueda de prensa, detalló que el Congreso aprueba alrededor de mil 500 millones de pesos para distribuirse entre las 30 mil asociaciones referidas, cantidad sujeta a reglas de operación que obligan a la transparencia. Sin embargo, señaló, hay otros fondos en las dependencias del gobierno federal que se manejan de manera discrecional, por lo cual es necesario regular su distribución.

En compañía de Elio Villaseñor, director general de Iniciativa ciudadana para la promoción de la cultura del diálogo; Katy Reid, segunda secretaria de asuntos globales de la embajada británica en México; Alejandro Gónzalez, director ejecutivo de Gestión social y cooperación, entre otros, Villalobos destacó que las asociaciones enfrentan una situación económica compleja a partir de la crisis financiera, aunado a que en el país no existen más de 400 empresas donantes.

En México son escasos los donantes, respecto de otros países. De hecho, dijo, la mayoría de las asociaciones sobreviven con la solidaridad y generosidad de la población, así como de las cuotas y servicios que otorgan. Del Estado reciben un 10 por ciento de sus ingresos.