En lo que va del año se han presentado 104 cortocircuitos en mufas del Centro Histórico de la ciudad de México, 38 más de los que hubo el año pasado, informó el titular de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal, Elías Moreno Brizuela.

Ante esta situación, señaló el funcionario, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) emprendió desde la semana pasada el proceso de cambiar el cable dañado en dichas instalaciones eléctricas, además de que tiene un proyecto para sustituir el cableado de todo el sistema, lo que requerirá una inversión de mil 100 millones de pesos y un año de trabajos.

Asimismo, señaló en entrevista, ya hay un compromiso de la paraestatal con los grandes consumidores de la zona, como bancos, restaurantes, tiendas departamentales y dependencias, para cambiar sus conexiones de líneas de baja a alta tensión.

De los 100 grandes consumidores que hay en el Centro Histórico, 57 ya están en proceso de realizar estos trabajos, como la Catedral, los palacios Nacional y del Ayuntamiento, Bancomer, Banamex, Centro Joyero, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Plaza Meave.

Moreno Brizuela explicó que los cortocircuitos, que en este año han dejado dos lesionados leves, se deben a lo obsoleto del sistema y deficiencias en el mantenimiento del mismo, motivado por el desconocimiento que de dichas instalaciones tienen los trabajadores de la CFE.

El secretario de Protección civil resaltó que en una primera fase se hará el recambio de todo el cableado que ha resultado afectado, así como los racks y transformadores, trabajos que se espera terminen en los primeros días de septiembre para evitar que se afecte la iluminación que se instalará en el Zócalo capitalino como parte de los festejos por el bicentenario y centenario de la Independencia y Revolución mexicanas.

El principal problema, precisó, es que el cableado es muy antiguo, motivo por el cual la CFE ha tenido que conseguir cable viejo, porque es el único que aguanta el sistema actual. Según las previsiones de la paraestatal, con esos trabajos y el cambio de conexión de los grandes usuarios prácticamente va a desaparecer el problema, aunque, precisó, para terminar con estos cortocircuitos por completo es necesario sustituir totalmente el sistema.

Sobre las acciones que realiza el Gobierno del DF para evitar los cortocircuitos, el funcionario destacó los operativos de cierre de restaurantes que tapaban los registros eléctricos, pues se han detectado establecimientos que no sólo tiran la grasa en las coladeras sino que, incluso, a los registros de luz, y el ácido de estos desechos orgánicos corroe los cables.