La dirigencia nacional del PRD admitió que los resultados electorales hasta ahora obtenidos por el partido están por debajo de la expectativa planeada rumbo al 2012.

Por ello, grupos como Nueva Izquierda y Alternativa Democrática Nacional apuestan por continuar con la construcción de amplios frentes opositores en comicios del 2011, con el PAN incluido, bajo el argumento de que esa estrategia les ayuda a reposicionarse.

En este esquema, el diputado Cuauhtémoc Sandoval, precandidato a la gubernatura de Guerrero, advirtió que en la izquierda se pretende buscar al senador priísta Ángel Aguirre Rivero para llevarlo como su abanderado en ese estado.

¿Qué hacer ante la real posibilidad de que el senador Ángel Aguirre Rivero y sus seguidores decidan romper con el PRI? En primer lugar, creo que cometeríamos un error en no apreciar la magnitud de esta ruptura, pero estoy convencido de que el perredismo guerrerense ya no aguanta en esta coyuntura electoral otro Zeferino (Torreblanca), por lo que creo que es muy oportunista irle a ofrecer la candidatura, resaltó en un posicionamiento hecho circular en una reunión de la corriente Foro Nuevo Sol, a la cual pertenece el legislador.

Según el documento de la dirigencia nacional, la política de alianzas tiene su origen en el análisis del revés que el PRD sufrió en las elecciones intermedias de 2009, donde sufrimos una caída de siete puntos en las preferencias electorales de acuerdo con nuestros balances históricos. El reconocimiento de los errores cometidos llevó a la dirección nacional del partido a plantear una estrategia arriesgada y polémica, en referencia a los frentes amplios opositores.

Justificó que su integración permitió equilibrar las fuerzas rumbo al 2012, contribuyendo a la competitividad electoral, gracias al éxito que representaron en varios estados –particularmente Oaxaca, Puebla y Sinaloa, donde ganaron las gubernaturas–, mientras los peores resultados se obtuvieron donde el partido participó solo.