Una trifulca en la empresa Johnson Controls Interiores, en el parque industrial La Resurrección, en la capital de Puebla, dejó ayer un saldo de seis trabajadores heridos, entre ellos dos mujeres embarazadas que fueron atendidas por socorristas.

El enfrentamiento comenzó ayer antes de las nueve de la mañana, cuando llegaron los empleados del primer turno y fueron atacados y desalojados por un grupo que los esperaba.

En la empresa se libra un disputa por la representación laboral entre la sección 308 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares y la Confederación de Organismos Sindicales (COS). Por la noche, los primeros bloquearon la autopista México-Puebla.

Los directivos iban a discutir ayer el contrato colectivo, pero la reunión se canceló y los líderes Cándido Berruecos Corona y Virgilio Meléndez Montiel estuvieron retenidos más de seis horas en la planta y salieron antes de la una de la tarde, uno con golpes en el rostro. Nos despidieron y liquidaron. Amenazaron con represalias contra nuestras familias y no tuvimos de otra, dijo Meléndez.

Agregó que policías estatales llegaron después del enfrentamiento y permanecieron en la planta pese a que los trabajadores les pidieron que se marcharan.

La sección 308, formada después del paro laboral de hace más de dos meses, acusó a la empresa de eludir el reconocimiento del contrato colectivo y preferir a la COS como representante sindical, pese al rechazo de los obreros.

Tras el incidente la mayoría de los trabajadores inició un plantón fuera de la empresa en demanda de reconocimiento a la sección 308, cuya secretaria de trabajo, Ángeles Rodríguez Saavedra, dijo que los empresarios planearon la agresión y ordenaron la toma de la planta.

Recordó que después del paro del 26 al 29 de mayo la empresa prometió respeto a la libre asociación sindical y desconocer a la COS, que permite la subcontratación por conducto de la firma Onedigit.

Johnson Controls Interiores fabrica autopartes para Volkswagen, Ford, Chrysler y Mercedes Benz.

Mientras, ejidatarios de municipios vecinos de Michoacán y Guerrero bloquearon la entrada a la siderúrgica Arcelor Mittal y el acceso a la mina de hierro de La Mira en el puerto de Lázaro Cárdenas, en el primer estado, para exigir la liberación de ocho compañeros y que deje de extraerse mineral de terrenos que no fueron concesionados.

Cientos de ejidatarios y camioneros que trasladan mineral pidieron a los gobiernos federal y estatal regular las concesiones, pues las empresas foráneas aprovechan el hierro sin dejar beneficio a los lugareños.

Con información de Ernesto, Martínez Elorriaga, corresponsal