Monterrey, NL., 20 de agosto. Agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Nuevo León detuvieron a cinco policías municipales (entre ellos una mujer) y a un oficial de tránsito de Santiago, por su presunta coparticipación en la privación ilegal de la libertad y homicidio del alcalde panista Edelmiro Cavazos Leal, hallado sin vida el miércoles, dos días después de ser levantado de su domicilio por 15 sicarios que se hicieron pasar por agentes de la desaparecida policía judicial federal.

Supuestamente un cártel del narcotráfico dio dinero a los oficiales santiaguenses por su participación en el operativo que culminó con el asesinato del edil. Sin embargo, algunos de los acusados, como el guardia José Alberto Rodríguez, negaron los hechos que se les imputan.

En rueda de prensa, después de una reunión sobre seguridad en la Academia Estatal de Policía, el gobernador del estado, el priísta Rodrigo Medina; el procurador de Justicia, Alejandro Garza, y el director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Adrián de la Garza, anunciaron la captura de los presuntos implicados.

El titular de la PGJE mencionó que al rendir su declaración ante el Ministerio Público, los oficiales santiaguenses confesaron su participación y delataron a otros participantes que falta por detener. Por ello, dijo, es posible que se solicite el arraigo para los servidores públicos a fin de obtener mayores informes y tratar de localizar a los demás implicados.

Los detenidos son José Alberto Rodríguez, quien fungía como guardia en la casa del alcalde Edelmiro Cavazos desde enero pasado, y que supuestamente fue levantado por el comando junto con el edil, pero tras llevarlo encerrado en la cajuela de uno de los vehículos, lo liberaron poco después ileso, de acuerdo con la versión que dio ante la Policía Ministerial.

Sin embargo, por la noche, la PGJE dio a conocer un video donde se muestra que el guardia aparentemente actuó en complicidad con el grupo armado, ya que no alertó al alcalde y, contra lo que sostuvo, en ningún momento fue encajuelado, sino que lo subieron al asiento trasero de la camioneta de los sicarios.

Los demás oficiales son los policías Mauricio Mayorga Caballero, Homero López, Antonio Rodríguez y Mónica Martínez, así como el oficial de Tránsito José Javier García.

En entrevista televisiva, el director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Adrián de la Garza Santos, reveló que la remuneración por parte del crimen organizado que recibían los policías de Santiago detenidos era de 6 mil pesos mensuales.

Explicó que la participación que tuvieron cuatro de estos policías y el agente de Tránsito, fue realizar la vigilancia en la Carretera Nacional –para avisar en caso que se acercaran militares o policías– para que el grupo delictivo, en compañía de otro de los agentes detenidos, perpetrara el levantón del edil, con el resultado que ya todos conocemos.

De la Garza Santos dijo que la averiguación continúa y podría haber al menos otros cuatro policías involucrados. Mientras, Alejandro Garza reconoció que los preventivos ya habían sido interrogados en calidad de presentados y salieron libres, pero conforme fueron surgiendo datos, se determinó que había elementos para su detención.

Incursión militar en Rincón de la Boca

En tanto, elementos del Ejército detuvieron a cuatro presuntos criminales que, según fuentes oficiales, estarían ligados a la muerte de Cavazos Leal, aunque un grupo de al menos 17 sicarios escaparon.

Como parte de las investigaciones, un contingente de militares incursionó la mañana de este viernes en una finca del fraccionamiento campestre Rincón de la Boca, en el municipio de Santiago.

Durante el operativo castrense fueron capturados Roberto Ramírez, de 24 años; José Dolores Ruiz, de 27; Víctor Hugo Moreno, de 29, y Francisco Balde Oliva, de 25. Sin embargo, 17 gatilleros escaparon, por lo que se iniciaron operativos aéreos y terrestres para tratar de ubicarlos y detenerlos.

Los militares aseguraron en la finca, que era utilizada como casa de seguridad, y que se localiza atrás de la cortina de la presa de La Boca, fusiles AK-47 y AR-15, un lanzacohetes, uniformes tipo militar, fornituras, bates de beisbol –que serían utilizados como instrumentos de tortura– y cuatro vehículos.

Por otro lado, el PAN de Nuevo León emprendió la campaña Edelmiro sí dio la vida, con la distribución de calcomanías con dicha frase, en homenaje al ejecutado alcalde de Santiago, y en alusión, como reclamo, a la promesa de campaña del gobernador priísta Rodrigo Medina de la Cruz, quien aseguraba que para enfrentar el problema de la inseguridad daría la vida por Nuevo León.