Acapulco, Gro., 24 de agosto. El senador del PRI Francisco Labastida respondió al presidente Felipe Calderón que sus cifras sobre la bancarrota a la que van Pemex y el IMSS están basadas en datos oficiales y demandó al Ejecutivo federal resolver de inmediato la situación de ambos organismos. ¿Cuándo lo van a resolver? ¿O simplemente se lo van a dejar al siguiente gobierno para que le explote?

El ex candidato presidencial preguntó también si la intención es dejar que Pemex llegue a la quiebra total y se tenga que vender forzadamente.

Durante su reunión plenaria, los senadores príístas consideraron que mantener el mismo régimen impositivo a la paraestatal, que le quita prácticamente todas sus utilidades, lo enfila a la privatización. Comentaron las declaraciones que la mañana de ayer formuló Calderón, entrevistado por un noticiero radiofónico, en las que rechaza que el país se enfile al colapso económico, como un día antes lo denunció Labastida Ochoa.

El vocero de la bancada priísta en el Senado, Carlos Jiménez Macías, sostuvo que el Presidente no se puede engañar con sus propios números , mientras que su colega Pedro Joaquín Coldwell dijo que es falso que haya recuperación económica y advirtió que las alegres cifras oficiales chocan con la realidad.

En el documento final de la bancada príísta se advierte al gobierno y al PAN que les preocupa la situación en el IMSS y Pemex, que están en una situación de enorme debilidad en sus finanzas, con un nivel cercano a la bancarrota. La preocupación es mayor porque esos temas no forman parte de la agenda nacional, nadie los comenta y hasta el momento la aplicación de políticas o presupuestos no autorizados se realiza de manera deficiente.

Al respecto, los senadores del PRI serán vigilantes de la evolución del desempeño de Pemex y el IMSS, actuando conforme lo demanda el interés nacional.

Labastida Ochoa señaló por su parte que no inventó las crisis que enfrentan Petróleos Mexicanos y el Seguro Social. Tiene razón el Presidente: las cifras están en informes oficiales, pero ocultas; lo que se requiere es tomar conciencia de la magnitud del problema y arreglarlo a tiempo.

El también ex secretario de Gobernación resaltó que sabe de lo que habla y recordó que durante el sexenio de José López Portillo, aunque internamente se alertó sobre el crecimiento del déficit, éste se dejó crecer, no se arregló a tiempo y estalló la crisis. Ni el IMSS ni Pemex pueden seguir por el mismo camino, insistió el legislador.

Hizo notar que quien gobierne en 2012 se encontrará que el instituto ya no tiene reservas para el pago a los pensionados y la disyuntiva será suprimir los servicios médicos.

Petróleos Mexicanos tampoco puede continuar por el camino que va. En 2000 tenía un capital del orden de 40 mil millones de dólares; hoy tiene un capital negativo de 5 mil 500 millones, porque Hacienda le hizo pagar gravámenes de entre 45 y 50 mil millones de dólares de más en estos diez años.

Insistió: Pemex no va a poder mantener su programa de inversiones tal como va, y en consecuencia tenemos el riesgo de que la producción petrolera del país siga cayendo y su aportación a las finanzas públicas disminuya drásticamente.

Finalmente, Labastida detalló que el grupo parlamentario del PRI en el Senado concluyó que corresponde al gobierno federal solucionar el problema, pero si no hace nada tendremos que movernos, como lo hicimos en 2007, cuando reformamos el régimen fiscal de Pemex.