León, Gto., 24 de agosto. Una declaración final apócrifa de la Conferencia Mundial de Juventud (CMJ) 2010 circuló entre los delegados asistentes al Foro Social que reúne a las organizaciones no gubernamentales participantes en el encuentro, lo que provocó confusión, malestar e incertidumbre.

Decenas de representantes de organizaciones y colectivos juveniles demandaron a los organizadores de la conferencia esclarecer los hechos y garantizar que no se incluirá ninguna modificación no consensuada en los documentos que sean aprobados la madrugada de este miércoles.

Cerca de las 16 horas, luego del receso para comer, los 168 delegados que acudieron a la sesión vespertina para redactar y aprobar la propuesta final del Foro Social, encontraron en sus asientos una falsa declaración del Foro de Gobiernos, el cual se realizará del 25 al 27 de agosto con ministros de Juventud de 42 países, pero el texto tenía el mismo formato y logotipo de la que en ese momento se sometía a discusión. Situación que incremento la confusión.

El documento, cuyo formato es idéntico al utilizado en los textos oficiales de la CMJ 2010, incluye temas no contemplados en la agenda de discusión de la conferencia. Una copia del texto, en poder de La Jornada, señala en el último punto del tema sobre equidad de género que se deben promover los valores de la familia, porque es la base fundamental de la sociedad, párrafo que no existe en la versión oficial.

Otro punto de esste documento apócrifo, destaca que se debe informar oportuna y verazmente sobre la educación sexual a través de talleres interactivos, conferencias, campamentos, etcétera. Buscando fortalecer las relaciones entre padres e hijos y una cultura de valores.

En el punto de educación se modificó el texto original al incluir demandas como crear una organización estudiantil estatal que genere grupos juveniles y capacite e informe en temáticas de participación y acción social, además del impulso a una cultura de valores y de cuidado de la familia en todos el sistema educativo.

Ante la inconformidad de los asistentes se presentó Teresa Lanzagorta, directora de contenidos de la CMJ 2010, en el salón La Paz del Polifuroum León, donde los delegados sesionaban a puerta cerrada, con vigilancia y control de acceso.

Lanzagorta aclaró que se trataba de un documento apócrifo y aseguró que no representaba ningún riesgo para los trabajos que ahí se realizaban, debido a que decenas de voluntarios habían retirado esas copias.

Minutos después, en conferencia de prensa, Lanzagorta aseguró que durante este lunes y martes hemos tenido diferentes posiciones y expresiones de personas que quieren introducir sus ideas en la declaratoria y no es así el mecanismo.

Algunos grupos, explicó, han manifestado sus puntos de vista levantando pancartas, otros haciendo marchas, y otros metiendo unas hojas impresas a una reunión que no es el espacio en el que se va a discutir la declaración final.

Tras calificar el hecho como un acto de expresión, reconoció que sí se utilizó el logo y formato de la conferencia, por eso estamos aquí, para decirles, como aclaré a los representantes de las organizaciones no gubernamentales quienes me demandaron la certeza de que esto (el contenido apócrifo) no va a entrar en la declaración, de que no se ha alterado ningún mecanismo para elaborar la declaratoria.

Cuestionada sobre los posibles responsables que violaron una zona restringida para distribuir el material falso, afirmó que es un espacio cerrado y pudo haber muchas maneras de meterlo. No sé, los mismos delegados, u otras personas, pero pronto averiguaremos cómo fue que llegaron (estas copias) a los representantes de las organizaciones.

Declaratoria pro vida

Antes de que representantes de organizaciones y colectivos juveniles detectaran la existencia de una declaración final apócrifa, integrantes de diversas agrupaciones pro vida, insistieron, en conferencia de prensa, que el documento oficial de la CMJ 2010 no había incluido sus puntos de vista, entre ellos, el promover los valores de la familia como base fundamental de la sociedad.

Denunciaron: no nos han dejado expresarnos, nos limitan en el uso de la voz, y se niegan a incluir temas centrales, como la defensa de la familia y la dignidad de la vida, por lo que descalificaron cualquier documento que no sea verdaderamente plural e inclusivo.