La falta de acuerdos políticos para concretar una reforma fiscal integral que libere a la economía de su dependencia de los ingresos petroleros mantiene al sector privado con el Jesús en la boca, además de que es la causa principal de un retroceso en las inversiones productivas y de que el consumo en el país se haya frenado, dijo el presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Robles Miaja.

Al responder preguntas sobre la incertidumbre económica que se observa en el país, envió un mensaje del sector bancario: no hay que parar, hay que invertir.

Por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Mario Sánchez Ruiz, adelantó que en los próximos días el sector privado presentará a la Secretaría de Hacienda una propuesta fiscal para el año entrante en la que se sugiere la aplicación de un solo impuesto a las utilidades.

Para los banqueros ya no es posible elevar los ingresos del gobierno mediante el alza de impuestos que sólo afectan a la planta productiva y el crecimiento del país. Lo que se requiere, afirmó Robles Miaja, es aumentar la base de contribuyentes, reducir el gasto público y clarificar las cuentas gubernamentales, es decir, una mayor y mejor rendición de cuentas.

“Cada año vuelve a plantearse el tema y, por lo demás, no se ve que haya los elementos o los acuerdos básicos para llegar a una reforma fiscal integral. Es evidente que este país requiere una reforma fiscal integral.

“La dependencia tan alta de los ingresos petroleros hace que cualquier contingencia, ya sea la caída del precio del petróleo o de la producción, puede poner al país en serios riesgos. Por fortuna actualmente el precio está bien y eso hace que el tema no sea urgente, pero estamos con el Jesús en la boca; hace año y medio cuando se les cayó la producción estábamos con el Jesús en la boca porque no había ingresos para cubrir las necesidades básicas del Estado. Recordemos que inclusive muchos estados no tenían ni para pagar policías.

“Eso se tiene que resolver de manera integral, de tal forma que se logre una mayor recaudación pero también un mejor gasto y mayor rendición de cuentas.

Tampoco es posible aumentar impuestos afectando la planta productiva y el crecimiento, y luego gastarlo de manera irresponsable. Son tres cosas las que se necesitan: aumentar la recaudación, definir mayores mecanismos para un mejor empleo del gasto público y ejercer mayor rendición de cuentas, definió Robles Miaja.

Mientras, el dirigente del CCE, organismo cúpula del sector privado, Sánchez Ruiz, adelantó que su propuesta fiscal será sencilla, transparente e incluyente.

Acerca de la que envíe el gobierno federal al Congreso de la Unión dijo que para 2011 no esperan muchos cambios respecto de 2010, aunque manifestó su esperanza de que no sea inercial, que cuente con metas y establezca resultados.

Sobre la falta de claridad en materia impositiva, el dirigente empresarial comentó: Nadie quiere más impuestos, por eso nosotros planteamos un impuesto único a las utilidades y mayor eficiencia. El hecho de que digan que no habrá incrementos ni gravámenes nuevos es bueno.

Base cero para el presupuesto 2011, piden empresarios

El CCE exige que el presupuesto federal del próximo año se maneje a partir de una base cero, es decir, que se rompa con la continuidad en los recursos asignados a cada programa, si antes no se evalúa su eficacia.

Mario Sánchez Ruiz, presidente del organismo, ejemplificó que si se quiere incrementar el presupuesto para educación y seguridad pública se debe determinar qué niveles se esperan alcanzar en ambos renglones. O bien indicar cuántos empleos se crearán o qué número de empresas serán atendidas en otro tipo de programas.

Si bien consideró que los empresarios no esperan sorpresas ni sobresaltos en el paquete fiscal y reconoció que muchas de sus propuestas no son tomadas en cuenta por las autoridades, manifestó que de todos modos el CCE realiza los últimos ajustes a su propuesta fiscal que cabildeará ante las distintas fracciones parlamentarias del Congreso de la Unión.

Rehusó comentar si insistirá en que se imponga un IVA generalizado, pero mencionó que demandan que exista sólo un impuesto empresarial en lugar de que permanezcan los gravámenes sobre la renta (ISR) y el empresarial de tasa única (IETU).

Nuestra recomendación es que se haga un alto y se diga cuáles son los proyectos que sí han funcionado y cuáles no, para determinar de qué tamaño tendrían que ser los presupuestos que se van a destinar a X o Y programa. Y otra cosa muy importante: que sean medibles, que tengan forma de medir los resultados y el impacto para el cual fueron creados, subrayó, ya que ahora simplemente se asegura que se cumplió con un programa porque se ejercieron totalmente los recursos que se le asignaron.

El CCE ya ha tenido reuniones con PAN, PRI y PRD para pedirles que el presupuesto no sea visto como un gasto asistencialista, sino que se destine a proyectos productivos para apoyar a la población marginada, señaló Sánchez Ruiz, entrevistado luego de entregar recursos a proyectos productivos de la Fundación del Empresariado de México (Fundemex).