París, 25 de agosto. El gobierno francés del presidente Nicolas Sarkozy, que este año ha repatriado a 8 mil 30 gitanos rumanos y búlgaros, comenzó hoy a presionar a la Comisión Europea para que obligue al gobierno de Rumania a reducir la migración de sus habitantes hacia los países vecinos de Europa occidental o de lo contrario, advirtió, cerrará sus fronteras para evitar que instalen campamentos en su territorio.

La petición al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, fue hecha por el primer ministro francés, Francois Fillon, horas antes de que dos altos funcionarios rumanos, el secretario para la Reinserción de Romaníes, Valentin Mocanu, y el secretario de Orden y Seguridad Pública, Dan-Valentin Fatuloiu, llegaran a París para discutir el tema migratorio con el ministro del Interior francés, Brice Hortefeux, auxiliado por el titular de Migración e Identidad Nacional, Eric Besson, y el responsable de los Asuntos Europeos, Pierre Lellouche.

Los funcionarios de Bucarest llegaron a París semanas después de que el gobierno de Sarkozy anunció el desmantelamiento de campamentos gitanos en Francia, con el argumento de que su presencia excede los tres meses a los que tienen derecho de residencia con base en las normas europeas y por sus presuntos nexos con actos delictivos, como robo y desórdenes en la vía pública.

Besson informó hoy que 6 mil 739 gitanos volvieron a su país voluntariamente y mil 291 fueron obligados a viajar a Rumania –la mayoría– y a Bulgaria, en 27 vuelos especialmente contratados por el Ejecutivo francés.

La cifra de 8 mil 30 personas repatriadas está todavía por debajo de los 10 mil que devolvió Francia a esos dos países de Europa suroriental en 2009.

Según Besson, la delegación rumana evitó hacer reproches sobre las acciones del gobierno francés, puesto que han estado fundamentadas en leyes nacionales y europeas.

En un comunicado, el Ministerio del Interior indicó que en el encuentro oficial se habló de reforzar la política de integración de poblaciones desfavorecidas, así como de profundizar la cooperación policial bilateral.

En el comunicado oficial no se hizo referencia a la petición elevada por Fillon ante Barroso, pero en Bruselas la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, anunció la realización de un estudio político y jurídico sobre las medidas francesas de repatriación, pero advirtió que en principio está claro que nadie debe ser expulsado por ser gitano de nación europea alguna.

Mientras, un grupo de vecinos de la ciudad eslovaca de Michalovce ha concluido con sus propios medios un muro para evitar el paso cerca de sus casas de los gitanos que habitan una aldea cercana, una obra que ha recibido el apoyo de las autoridades locales, informó hoy el diario SME.

Según publica ese medio de comunicación, unas 60 familias completaron este verano los últimos 50 metros de una pared de hormigón cuya construcción fue iniciada hace años por el ayuntamiento y que ahora ha alcanzado una longitud de 500 metros.

Pero no es el primer caso de este tipo de muros en Eslovaquia, pues una obra similar, de 150 metros de largo y dos de grosor, se construyó a finales de 2009 para aislar a la población gitana del resto de la ciudad de Ostrovany.

También existen tapias contra los gitanos en las localidades de Secovec, Lomnicka y en el centro de Trebisov, todas ellas en el sudeste del país europeo.