El problema de la inseguridad exige una visión integral, plantea el rector de la UNAM
Organizaciones sociales demandan pasar del discurso a la acción antes de que acabe el sexenio
Sábado 28 de agosto de 2010, p. 9
El presidente Felipe Calderón defendió ayer el uso de la fuerza pública en su estrategia contra el crimen organizado, aunque reconoció que por sí misma no resolverá la inseguridad, luego de advertir que se incrementará la violencia.
Al concluir los Diálogos por la Seguridad, reiteró su condena al reciente asesinato de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, y dijo que este suceso muestra el grado de violencia y de barbarie con que actúan los criminales. Habla también de que están enfocados en agredir a la sociedad y apoderarse de las rentas lícitas o ilícitas de cualquier actividad económica.
En la última sesión de este foro, señaló que se reforzará la estrategia nacional de seguridad y que se revisará, se ajustará y se rectificará lo que sea necesario, al tiempo de informar que en los próximos días someterá a la aprobación del Congreso la iniciativa para crear la policía estatal con mando único.
Calderón se refirió al uso de la fuerza pública, luego de que el rector de la UNAM, José Narro, explicó que el problema que afecta a México es complejo y, por tanto, no admite medidas simples o únicas si de verdad se quiere resolver. El punto demanda un planteamiento integral. El puro uso de la fuerza pública no resuelve, pero sin duda, no hay solución sin él.
Las enmiendas al estado de derecho, al control de las rutas del dinero, la lucha contra la corrupción no son suficientes por sí solas, pero otra vez, puntualizó, sin ellas no se alcanzarán los objetivos. Sin un gran programa de rescate social intensificado, adicional a lo que se está haciendo, no habrá mejoría permanente, advirtió.
En el Campo Marte, resaltó que sin la atención a los problemas de los jóvenes, en especial, educación, empleo, cultura, deporte y recreación, no habrá forma de salir de este hoyo en el que nos encontramos
. Celebró que Calderón haya decidido incluir la enseñanza y la generación de puestos de trabajo en la base de la solución de la inseguridad.
“Creo que somos muchos los que pensamos que sin más educación y de mayor calidad, el futuro no será mejor y nuestro desarrollo no podrá alcanzarse como lo queremos, refirió Narro.
Calderón coincidió con el rector en que debe haber una política de rescate social intensificado. Pero esto no rendirá frutos en el corto plazo. Tendrán que venir varias generaciones de muchachos que sí pudieron ir a la escuela o a la universidad; que sí pudieron encontrar trabajo, antes de ver que eso se traduzca en una reducción inmediata de la violencia, subrayó.
En la sesión de los diálogos, dijo que tan es cierto que el mero uso de la fuerza no resuelve la inseguridad, como que sin ella no se puede solucionar, o que el mero establecimiento de una política social no resuelve el problema, como que sin ella tampoco se podrá solucionar.
El Ejecutivo argumentó que el Estado tiene que usar la fuerza pública para combatir a los criminales que están actuando en la calle, en las carreteras, sin ningún límite moral y sin ningún escrúpulo. La única manera de detenerlos es con la utilización de los cuerpos de seguridad, lo que va a traer, por lo menos en el corto plazo, violencia.
A la reunión de este viernes llegaron representantes de organizaciones sociales como María Elena Morera de Galindo, Luis de la Barreda Solórzano, Isabel Miranda de Wallace, quienes pidieron pasar de los discursos a las acciones, aprovechar el tiempo que le queda al actual gobierno y reducir la violencia.
Calderón expuso que su administración se enfocará en este último aspecto. Manifestó así que se concentrará la fuerza pública federal donde se registre mayor incidencia de homicidios vinculados a la delincuencia organizada, con el fin de detener esta espiral.
Pero alertó que es muy difícil disminuir los niveles de violencia a corto plazo. Más: señaló que es más probable que se incremente, porque está asociada a una grave confrontación entre bandas criminales que se puede exacerbar con la acumulación de agravios, revanchas y rencillas.
Dicha espiral sólo puede detenerse por dos vías o por una combinación de ambas: el deterioro de los propios grupos criminales y que la acción del gobierno logre someter el campo de batalla de las bandas con una fuerza superior.
Recordó que a su gestión le quedan dos años, tres meses y cinco días, que aprovechará para dejar claramente establecidos los cimientos de un nuevo sistema de seguridad y de justicia, a sabiendas de que es de tal tamaño el desafío que sería irresponsable decir que esto tiene soluciones de corto plazo.
Después de asegurar que de ninguna manera piensa administrar simplemente el tercer tercio de su administración, resaltó que la inseguridad sí tiene solución, pero si ésta ha de ser verdadera, ha de ser de largo plazo
, insistió.
Subrayó que estamos a tiempo de actuar
y de cambiar la suerte del país. No será fácil ni rápido, va a costar mucho. Pero sí se puede”, enfatizó al pedir de nuevo el apoyo social.