San José, 27 de agosto. México negó este viernes ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que su Ejército haya torturado a dos campesinos ecologistas detenidos en 1999, que luego fueron condenados por cargos de posesión de armas y drogas, y pidió desestimar todas las denuncias.

El organismo, con sede en San José, escuchó los últimos alegatos de las partes en la jornada final de una audiencia de dos días, en el juicio promovido por los ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, quienes denunciaron torturas y vicios en el juicio que se les siguió en su país.

Se subraya la inexistencia de torturas a los señores Cabrera y Montiel, dijo el representante del Estado mexicano, Alejandro Negrín, ante el panel de jueces encabezado por el presidente de la Corte, el peruano Diego García-Sayán. Negrín afirmó que los dos campesinos fueron detenidos luego de que dispararan contra militares que patrullaban en el estado de Guerrero, y que tuvieron un juicio justo, en el que contaron con defensa y presentaron varios recursos. Por estas razones –dijo–, México pide a la Corte que desestime todas las peticiones de reparaciones hechas por Montiel y Cabrera.

No obstante, admitió que tras la detención, hubo un breve retardo de los elementos castrenses para entregarlos a los tribunales, pero afirmó que se trató sólo de dos días, no cinco, como afirman los denunciantes.

Los campesinos, cuya denuncia fue avalada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, alegan que fueron detenidos y torturados por los militares para que firmaran declaraciones inculpándose y que no tuvieron un juicio justo.

Fueron condenados con base en declaraciones que rindieron cuando estaban sometidos a los malos tratos y las torturas, dijo a Afp el comisionado de la CIDH en el juicio, Rodrigo Escobar.

La comisión acogió la denuncia de los ecologistas y llevó el caso ante la corte, que el pasado jueves escuchó el testimonio de Montiel, quien en 2001 fue excarcelado junto con Cabrera por orden del gobierno del entonces presidente Vicente Fox, en medio de presiones de entidades ambientalistas y humanitarias.

En México no hubo investigación de la tortura, hubo violación al debido proceso, no se indagó de manera adecuada, dijo a Afp Luis Arriaga, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, quien representa a los dos denunciantes en el proceso ante la corte interamericana. Las acusaciones en su contra fueron una clara fabricación del delito, afirmó.

Los dos campesinos alegan que se les detuvo y condenó en represalia por la campaña que empezaron en 1998 contra la tala de bosques en la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, en Guerrero.

Montiel fue condenado a seis años y ocho meses de prisión y Cabrera a 20 años. Mientras estaban presos recibieron varios premios internacionales, entre ellos uno del Centro de Derechos Humanos Robert F. Kennedy, de Estados Unidos.

Los demandantes piden una reparación integral que incluya el reconocimiento de que eran inocentes, y una sanción a los militares que los apresaron y torturaron. Se estima que el tribunal dictará sentencia en unos seis meses.