Durante casi 13 horas, la ciudad de Pánuco, Veracruz –en los límites con Tamaulipas–, fue escenario de una persecución y enfrentamientos entre militares y presuntos sicarios que causaron pánico entre los habitantes, quienes se resguardaron en sus domicilios. Pero la sicosis aumentó debido a que los granadas que hicieron estallar los pistoleros dañaron varios transformadores que dejaron sin luz a la localidad por cerca de 10 horas.

Las refriegas, que comenzaron a las 21 horas del domingo en el centro de la demarcación, dejaron un saldo de siete muertos (un soldado y seis agresores), así como cinco militares heridos y seis pistoleros detenidos, informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Sin embargo, la Procuraduría de Justicia de Veracruz confirmó ocho decesos, con el de un civil que fue alcanzado por las balas.

La Sedena precisó que personal de la novena Zona Militar acudió a verificar información recibida de manera anónima sobre la existencia de una casa de seguridad del crimen organizado en el callejón Manuel Acuña, de la colonia Áltos de Líneas.

Al llegar, los militares fueron recibidos a tiros y después de varias horas, al filo de las 12 del día del lunes, los efectivos castrenses ingresaron al inmueble donde estaban atrincherados los atacantes, sometieron a seis de ellos, de los cuales tres resultaron lesionados, y en el fuego cruzado murieron otros seis.

En el lugar fueron decomisados 11 fusiles AK-47, uno AR-15, una pistola ametralladora, dos pistolas calibre 9 milímetros y tres vehículos, uno blindado. La Sedena expresó sus condolencias y las del presidente Felipe Calderón a los deudos del soldado fallecido.

El gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, dijo que el grupo de sicarios que atacó al convoy militar provenía de Tamaulipas, y acotó que las corporaciones estatales apoyan al Ejército en el resguardo del área limítrofe con dicha entidad.

La noticia se difundió inicialmente a través de la red social Twitter y los usuarios informaban sobre el estallido de granadas. Durante la mañana de ayer la mayoría de los negocios y escuelas de la ciudad, de unos 35 mil habitantes, permanecieron cerrados, mientras en los accesos carreteros a Pánuco fueron instalados retenes castrenses.

En el municipio de González, Tamaulipas –a 60 kilómetros de Tampico–, la madrugada de este lunes aparecieron los cuerpos de cinco sujetos ejecutados, mientras la Procuraduría de Justicia de la entidad inició una averiguación previa para esclarecer el homicidio del alcalde de Hidalgo, Marco Antonio Leal García.

Ante la ola violencia y luego del asesinato de Leal García, la Federación Nacional de Municipios de México, que integra a más de mil 500 alcaldes priístas del país, anunció que solicitará al gobierno federal brindar protección a los ediles que lo requieran.

En Tijuana, Baja California, ayer fue detenido Enrique Jorge Guerrero, El Jorqueda, señalado como el sucesor de Jorge Briceño, El Cholo, en la estructura del cártel Arellano Félix. El sujeto aprehendido era el encargado de mantener la relación con policías ministeriales infiltrados por esta célula criminal; fue capturado luego de enfrentarse con miembros de otro grupo delictivo, con saldo de tres muertos.

Ayer, el crimen organizado cobró la vida de otras 24 personas: 11 en Chihuahua, ocho en Sinaloa (entre ellas el militar Alberto Armenta y Trinidad Ochoa, agente de tránsito de Culiacán), cuatro en Baja California y uno en Sonora.

En Morelos, Édgar Balderas, escolta del titular de la secretaría de seguridad pública del municipio de Jojutla, Gualberto Hernández, fue atacado por un comando y resultó herido.