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La realizadora participará con su opera prima Asalto al cine en el festival de San Sebastián

El ocio, la falta de espacios y la cultura hip hop, en película de Iria Gómez

En la cinta hay una necesidad de reivindicar a los chavos como juglares contemporáneos, que nos cuentan las historias a ritmo de rap, así como al arte urbano, señala la cineasta

Foto
Iria Gómez, en acción
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de septiembre de 2010, p. 9

La cineasta Iria Gómez participará el próximo 19 de septiembre en la sección Cine en Construcción del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, con su opera prima Asalto al cine, que narra la historia de cuatro jóvenes que planean un robo a un complejo cinematográfico.

Al referirse al origen de su película, comentó: “Colecciono recortes de periódicos, notas interesantes que me parecen que deben ser contadas y tenía una que decía ‘Asalto de película’, sobre un robo al Cine Diana. Así que lo recorté y lo dejé en espera. Por otro lado, conocí a unos chavos de la colonia Guerrero que bailaban cumbia y rap, empecé a frecuentarlos para irnos a bailar. Junté estas dos realidades para crear la historia: cuatro chavos a los que les gusta el rap y la cumbia, que viven en una unidad habitacional y el robo del Cinépolis Diana.

“Nos metimos a trabajar en la colonia Guerrero y, ficcionando, sacamos algunas cosas de la realidad de estos chavos y otras que fuimos inventando por experiencias compartidas con otras personas en el Faro de Oriente.”

Iria explicó que para llegar a esta historia le fue muy útil la experiencia que obtuvo cuando “trabajó de voluntaria en el Faro de Oriente (seis años) y ahora doy clases de video documental y actuación de cine para chavos de escasos recursos, que viven en unidades habitacionales y vecindades en la Central del Pueblo, en el Centro Histórico. Me di cuenta de que la existencia de un espacio creativo y de encuentro como esos dos sitios hacen que la realidad de los jóvenes cambie, que encuentren un sentido a la vida distinto.

La falta de espacios en esta ciudad es la principal generadora de violencia y delitos entre los jóvenes, por que no tienen la oportunidad de entrar a una Universidad y porque están todo el tiempo de ociosos, su casa ni la calle les pertenece... entonces les parece fácil dedicarse al robo o clavarse en las drogas. Esto seguirá pasando mientras sigamos viviendo en una sociedad fragmentada, en la que la diferencia de clases sociales está muy marcada y los jóvenes están aislados y dolidos.

La cultura hip hop es uno de los aspectos más sobresalientes de la cinta. Iria mencionó: “Doté a la película de personajes inventados, pero que sí existen en la realidad, que detecté en la colonia Guerrero. Respecto del hip hop, es una de las tribus urbanas que me interesan mucho porque sus integrantes son chavos muy creativos, si no pintan son MC’s, bailan. Esa tribu urbana daba un entorno distinto a la imagen deteriorada que se tiene de los jóvenes.

“En la película hay una especie de necesidad de reivindicarlos, de reivindicar el arte urbano, a los chavos como juglares contemporáneos, que nos cuentan las historias a partir del rap, y en México este ritmo no se ha hecho comercial como en Estados Unidos, sino que tiene un tinte underground, de lucha, de hablar de los problemas de los chavos y este contexto da mucha fuerza a la película para ponerlos como chavos creativos, que tienen muchas capacidades, pero que se ven marginados, porque no tienen opciones ni espacios para desplegar, que se tienen que estar cuidando de la tira, cuando hacen un mural bellísimo.

“Además metí a los actores a tomar talleres de grafiti, de MC’s y B-Boy para que ingresaran a este universo; incluso El Sapo, Ángel Sosa, uno de los cuatro protagonistas, es un rapero de Neza y fue un milagro de la vida haberlo encontrado; rapea durísimo, como lo comprobamos en la película cuando protagoniza una batalla con El Negus (Gabino Rodríguez), quienes a pesar de ser amigos se pueden decir cualquier cosa.”

Especie de simbología

Asalto al cine está protagonizada además por el joven Juan Pablo de Santiago. También participan actores de primer línea, como Joaquín Cosío, Juan Bernal, Dolores Heredia y Jorge Zárate, con apariciones circunstanciales. “Quería hacer un juego en la película; que a esta orquesta de cuatro jóvenes la acompañaran estos actores que admiro mucho. Fueron seleccionados a partir de sus notables aportes al cine mexicano. Además, hablando de una película que se llama Asalto al cine, que más que tener el privilegio de que actuaran 30 segundos en pantalla; era una especie de simbología de asaltar el cine.

Encontré una nobleza impresionante porque aceptaron hacer esos pequeños papeles y lo hicieron con muchas ganas. Dan mucho fondo a la película y la hacen crecer, por lo bien que trabajaron.

Iria Gómez concluyó: “En el pasado festival de Toulouse ganamos el premio de distribución. Ahora vamos a San Sebastián a la sección de Cine en Construcción. Creo que la gente de allá percibió los problemas que tuvimos para terminar la película aquí en México. Tenemos el corte en working progress, o sea, no tiene la música ni el audio definitivos. Vamos a ver que nos dicen en San Sebastián para el último amarrón. Voy muy confiada porque he recibido buenos comentarios, como que se enamoran de los personajes, que fluye muy bien, que la ciudad está muy bien retratada que la gente siente el placer de ver su ciudad”.