La organización ambientalista Greenpeace México denunció ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que 24 sembradíos experimentales de maíz transgénico, ubicados en Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua, presentan diversas irregularidades, por lo que solicitó su cancelación inmediata.

La asesora legal de Greenpeace, María Colín, explicó en conferencia de prensa que han detectado al menos tres violaciones graves a los lineamientos que están obligados a seguir las empresas dueñas de las semillas modificadas, que presionan al gobierno mexicano para poder comercializar sus productos cuanto antes.

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias, por ejemplo, no ejerció sus facultades de monitoreo y control de los sembradíos, que en la práctica quedaron en manos de científicos y trabajadores de las propias compañías Monsanto, Dow AgroScience, Pioneer y Syngenta.

En las 14.6 hectáreas que suman estos lotes se aplican métodos de seguridad alternativos que no garantizan que las semillas no contaminen otras milpas, señaló.