Las víctimas participaban en una protesta antisraelí en Quetta
Sábado 4 de septiembre de 2010, p. 20
Islamabad, 3 de septiembre. Al menos 54 personas murieron y unas 200 resultaron heridas hoy en dos atentados suicidas contra minorías religiosas, blancos frecuentes de los talibanes aliados de Al Qaeda.
Según informaciones provenientes de los hospitales, 54 personas fallecieron y 197 resultaron heridas
en Quetta, dijo Sardar Jan, responsable de la policía de esa ciudad, capital de la provincia de Baluchistán, en el suroeste.
Un atacante accionó los explosivos en medio de una congregación de chiítas, minoritarios, pues representan apenas 20 por ciento de los 170 millones de ciudadanos paquistaníes, 80 por ciento de los cuales son sunitas, explicó Mohammad Shaban, jefe de la policía criminal de la ciudad.
Las víctimas participaban en una protesta antisraelí de apoyo a los palestinos. Antes, en Mardan, ciudad del noroeste situada no lejos de los bastiones talibanes, un hombre hizo explotar su bomba en la acera, matando a un transeúnte e hiriendo a otros cuatro, dijo el jefe de la policía local, Waqif Jan.
El balance pudo haber sido peor. Lo impidieron los policías que vigilaban el lugar de culto de la minoría ahmadí, al disparar contra el sospechoso que trataba de forzar la entrada del edificio donde oraban 30 fieles.
Los ahmadíes ocultan su pertenencia por lo que resulta difícil calcular su número. Abogan por un Islam moderno y liberal y desempeñan un papel relevante en el desarrollo y la ayuda a los pobres.
Son considerados por las principales escuelas del islam –sunita y chiíta– como no musulmanes, incluso herejes. Sus fieles no tienen oficialmente derecho a practicar abiertamente su culto en Pakistán, como también les ocurre en otros países musulmanes. La Organización de la Conferencia Islámica los declaró no musulmanes en 1973, prohibiéndoles la peregrinación a La Meca.
Las zonas tribales del noroeste paquistaní, fronterizas con Afganistán, son el bastión del Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP) aliado de Al Qaeda, de Osama Bin Laden, y principal santuario de los lugartenientes del líder fundamentalista.
Más de 3 mil 600 personas murieron durante tres años en cerca de 400 atentados –suicidas en su mayoría– perpetrados en Pakistán, en especial por el TTP o grupos aliados.
Este viernes, además, al menos 10 presuntos insurgentes murieron cerca de la frontera con Afganitán por disparos de dos aviones estadunidenses sin piloto.