A 200 años de la gesta de Independencia es urgente saldar la deuda que aún persiste con ese movimiento libertario, expresó el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles. Saldemos la factura para evitar una fractura, dijo al subrayar la urgencia de convocar a la unidad y no contribuir a la división del país.

Dos centurias después –expresó– la libertad es todavía incompleta y las leyes aún no moderan la opulencia ni corrigen la indigencia; tampoco se han desterrado la ignorancia ni la corrupción, hoy menos que nunca podemos decir que tenemos aseguradas nuestras propiedades o que hay certidumbre en nuestras vidas.

Transcurrido ese tiempo, por desgracia, en México no se ha mejorado sustancialmente el jornal del pobre ni se imparte la justicia sin distingos, expuso el funcionario.

Pidió entonces aprovechar la efeméride para replantear el rumbo nacional, superar los problemas ancestrales y los del momento, combatir a fondo la desigualdad y elevar los niveles de desarrollo para terminar con la pobreza extrema, con la ignorancia y con las muertes evitables.

Narro Robles cerró la ceremonia conmemorativa por el bicentenerario del inicio de la Independencia que organizó la UNAM, donde la Facultad de Contaduría y Administración, en Ciudad Universitaria, fue elegida como sede.

Ahí resaltó que transcurridos dos siglos de la lucha por independizar a México de España, aún no se han resuelto varios procesos históricos ni se han solucionado muchos problemas estructurales.

Nos persiguen dos rasgos inconvenientes: la dificultad de realizar reformas para avanzar de verdad en la vida colectiva y la incapacidad para cerrar los procesos históricos y superar los traumas derivados. Además, permanecen abiertas heridas ocasionadas por los grandes acontecimientos nacionales y otras de carácter social generadas por esos mismos procesos.

Se refirió entonces a la desigualdad social como un problema estructural vinculado no sólo con la falta de crecimiento económico, sino con la inequidad en la distribución del mismo. El país no debe crecer en beneficio de unos cuantos ni permitir que subsistan los niveles de injusticia “que afectan a la mayoría de la población que sobrevive en condiciones de pobreza y de exclusión que resultan inadmisibles.

Es más importante el desarrollo social que la opinión de las calificadoras de riesgo de inversión. Debemos atrevernos a pensar en grande y a fijar objetivos de largo alcance.

Hay que tomar las medidas necesarias para enfrentar los grandes problemas de una vez por todas. Particularizó una vez más en la juventud y en la educación porque ambos temas requieren atención particular. Los jóvenes requieren expectativas y certezas de que las instituciones políticas y sociales siguen siendo útiles para la convivencia civilizada. De la enseñanza expresó su condición de bien público y factor clave para el desarrollo, el crecimiento económico y la movilidad social.

Ante el presidente de la Junta de Gobierno de la UNAM, Luis Alberto Zarco; el titular del Patronato Universitario, Alfredo Adam, y numerosos directivos de la institución, estudiantes y maestros, Narro Robles ofreció que en la UNAM haremos lo que nos corresponde, no renunciaremos a nuestros compromisos y aportaremos nuestro mayor esfuerzo, (pues) México cuenta con su universidad y con los universitarios.