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Los festejos, a reflexión

Historiadores e intelectuales esbozan a La Jornada sus percepciones

Huidiza, la patria se convirtió de diamantina en desgajada

Urge revitalizarla, pero con contenidos nuevos, sostiene Ana Carolina Ibarra

La inseguridad y el narcotráfico dificultan la comprensión de esa noción de identidad, deplora Mariana Terán

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La Patria VI, 2010, óleo de Demián Flores. Imagen tomada del catálogo de la exposición del artista que se presenta en Casa Lamm
 
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de septiembre de 2010, p. 2

Este miércoles celebramos a la patria, esa idea huidiza pero entrañable, nuestra y a veces lejana, impecable y diamantina, como la describió el poeta Ramón López Velarde.

Un grupo de historiadores e intelectuales esbozan, a petición de La Jornada, su definición de ese territorio donde el barro suena a plata y en el puño la sonora miseria es alcancía (palabras lopezvelerdianas).

Josefina Zoraida Vázquez, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1999 en el área de historia: Para mí, la patria es el conjunto de un territorio, la comunidad que la habita, cuya experiencia histórica le ha permitido compartir una cultura, unos valores y unas concepciones comunes y por eso tiene apego al lugar de nacimiento y la voluntad de compartir un destino común.

Javier Garciadiego, presidente de El Colegio de México (Colmex): Hoy tenemos una idea clara de patria. Costó trabajo construirla a lo largo del siglo XIX, tuvimos pérdidas territoriales importantes, también escisiones temporales, como Yucatán, y padecimos una intervención extranjera, la francesa, que nos ayudó a consolidar el concepto de lo nacional. A finales del siglo XIX ya había un concepto claro de México, con los contornos que hoy conocemos y con una identidad propia.

El valor de la lealtad

Anne Staples Dean, historiadora del Colmex: “Patria es un concepto que se va construyendo a lo largo del tiempo con un elemento muy importante, que es la lealtad, y justamente uno de los problemas que tiene México desde el principio de la época independiente es la transferencia de la lealtad, la figura paterna del rey, no el mal gobierno, no el mal gachupín, sino a este rey que es padre y que el pueblo piensa que es una figura paterna que sí se preocupa por ellos.

“Cuesta mucho trabajo romper con esa liga emotiva y transferirla a un concepto abstracto como de Estado moderno, con un cambio de precedentes de quien estaba en la Presidencia.

“La vida cívica comienza a crear un ambiente emotivo e intelectual, donde la gente empieza a identificar ese concepto de patria como algo totalmente mexicano que no tiene que ver con los españoles ni con la figura del rey, aunque está difícil hacer la transferencia de lealtad, porque ahora en dónde se deposita, si antes estaba en una figura fácil, concreta, que era el rey.

“El concepto de la patria mexicana es algo que va surgiendo poco a poco; antes no había comunicación fluida en toda la República y los del norte no se sentían hermanos con Yucatán, la fuerza de la Iglesia se va debilitando a lo largo del siglo y se vuelve más secular. Entonces hay que agarrarse a este sentimiento de unidad e identidad común.

El concepto de patria se tiene que hacer muy poco a poco, porque no es fácil que exista un acuerdo sobre ese sentimiento de lealtad hacia algo abstracto.

Juego de emociones

Ana Carolina Ibarra, historiadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): “La patria es algo entrañable, algo propio, pero sin duda alguna estamos hablando del siglo XIX, del romanticismo, de aquel juego de emociones, de una noción de patria en construcción que estaba relacionada con el ambiente heroico, efectivamente romántico, de luchas que van a desembocar en luchas nacionales.

“Hoy día esa noción de patria ya no es la misma. Tendríamos que hacer un esfuerzo por entender qué sucede con esa idea en el presente. No tiene que ser la misma, porque es otro mundo, otra época.

Tenemos que hacer un esfuerzo por dar historicidad y contenido a nuestra noción de patria. No estamos obligados a entenderla en los mismos términos que en el siglo XIX. La noción de patria nos dice otras cosas, se aplica diferente y hay que revitalizarla con contenidos nuevos.

Carmen Saucedo Zarco, del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México: “Patria está ligado al lugar de nacimiento, y eso es muy importante en el concepto de la Independencia, porque precisamente los insurgentes sabían que su patria no era España.

“Los criollos, sobre todo esa gente que desde el siglo XVIII tenía conciencia nacionalista, que hablaba ya de esta patria, de este suelo que amaban a pesar de que sus padres eran españoles, viven con otro paisaje y otro alimento, con otra cultura, que es lo mexicano. Entonces, eso que hace distinto a los españoles es la conciencia de esta patria que tiene que ver con este suelo y con el hecho de que al pertenecer a este suelo, al haber nacido aquí, es justo que ellos lo gobiernen y sea de ellos, no de españoles que vienen, sobre todo en esa época, porque durante la era borbónica, finales del XVIII y principios del XIX, el dominio español se había tornado muy hostil.

Actualmente somos un país con muchas dificultades que ha transitado por procesos sumamente complejos, porque sabemos que el XIX fue un siglo accidentado. Esta joya que perdió la corona española se vuelve objeto de la codicia de muchos países y defenderse de eso ha sido heroico y se piensa poco en eso; pudo haber naufragado en ese intento, y sin embargo México sobrevivió como nación.

La tierra donde se nace

Alfredo López Austin, historiador: La palabra originaria, del latín, es pater; de esta palabra deriva patrius, que significa de un padre, cuyo femenino, patria, que quiere decir la que es del padre. La tercera palabra significa implícitamente la (tierra) que es del padre, y ya en su significado definitivo, la tierra donde se ha nacido.

Mariana Terán, historiadora de la Universidad Autónoma de Zacatecas: La patria es un concepto histórico que está desgajado. Ahora el catolicismo no nos da patria, como lo hizo en el siglo XIX, el rey ya no da patria y ahora la patria es otra. Ahora la patria es la República mexicana. Pero, ¿qué es la patria en un sentido más de identidad nacional? La respuesta es que tiene que ver con el tejido de varios hilos que nos hacen comunes y nos dan el sentido de pertenencia a una comunidad de intereses: la lengua oficial, la religión en menor medida, la cultura, las tradiciones, pero sobre todo la memoria histórica. En este último hay muchos diques, por lo que cada vez hay más obstáculos para comprender el sentido de patria. A mí me cuesta mucho trabajo explicar de manera sencilla qué es la patria cuando todos los días las noticias están saturadas por la inseguridad, el narcotráfico. Y paradójicamente estos hechos no se pueden negar, sino que forman parte de nuestra patria”, asevera la especialista. “La patria se desgaja, es metáfora de la naranja que se va abriendo gajo a gajo y luego se olvida que perteneció a una unidad. Yo no sé si esto que nos pasa, digamos desde hace 10 años, tiene que ver con un desgajamiento irreversible, pero confío que después de la crisis vendrá una recomposición social.