Londres, 18 de septiembre. El papa Benedicto XVI se reunió este sábado con un grupo de víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero católico, al que le expresó su profundo dolor y vergüenza, afirmó el Vaticano en un comunicado publicado en el penúltimo día de su visita al Reino Unido.

Este sábado, en la nunciatura apostólica de Londres, el Santo Padre se ha reunido con un grupo de personas que fueron víctimas de abusos sexuales por parte de miembros del clero, detalló el comunicado difundido por el servicio de prensa del Vaticano.

Benedicto XVI se ha emocionado escuchando las historias de las víctimas y ha expresado un profundo dolor y vergüenza por su sufrimiento y el de sus familias, precisó el texto.

Ha rezado con ellos y ha asegurado que la Iglesia católica, mientras continúa poniendo en práctica medidas efectivas para la protección de los jóvenes, está haciendo todo lo posible para investigar las acusaciones, colaborar con las autoridades civiles y llevar ante la justicia al clero y a los religiosos acusados de estos graves crímenes, agregó.

El Papa ya había mantenido reuniones similares en anteriores visitas a Estados Unidos, Australia y, más recientemente, Malta, tres de los países donde se han denunciado abusos a menores por parte de miembros del clero.

Como en otras ocasiones, rezó porque todas las víctimas de abusos puedan experimentar curación y reconciliación, y consigan superar su angustia pasada y presente con serenidad y nueva esperanza en el futuro, afirmó.

El Vaticano señaló que el Papa debía hablar con un grupo de profesionales y voluntarios que trabajan en la protección de niños y jóvenes en el entorno eclesiástico.

Aunque el comunicado no precisó el número de víctimas, la cadena de televisión BBC indicó que fueron cinco personas llegadas de diversos puntos del país.

En una misa celebrada este sábado por la mañana en la catedral de Westminster, Benedicto XVI expresó su profundo pesar ante estos crímenes atroces, y reconoció la vergüenza y humillación que sufre por ellos.

Por encima de todo, quiero manifestar mi profundo pesar a las víctimas inocentes de estos crímenes atroces, junto con mi esperanza de que el poder de la gracia de Cristo, su sacrificio de reconciliación, traerá la curación profunda y la paz a sus vidas, dijo el Papa en su homilía.

Asimismo, reconozco con vosotros la vergüenza y la humillación que todos hemos sufrido a causa de estos pecados, agregó en las declaraciones más fuertes que ha hecho sobre este delicado tema desde que llegó al Reino Unido.

Incluso antes de llegar al Reino Unido, Benedicto XVI se referió a los abusos durante el vuelo que lo llevó el jueves a Edimburgo, donde admitió que la autoridad de la Iglesia no fue suficientemente vigilante, rápida y firme para impedirlos.

La Iglesia católica ha enfrentado en los últimos años numerosas denuncias de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes en numerosos países, especialmente en la vecina y católica Irlanda, donde un informe a finales de 2009 acusó a las autoridades eclesiásticas de haber encubierto decenas de casos durante décadas.