Lunes 20 de septiembre de 2010, p. 40
Debido a los daños que causaron los sismos de 1985 en las construcciones de la ciudad de México, se modificó el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal, por lo que ahora es considerado por especialistas uno de los más avanzados del mundo, ya que garantiza construcciones seguras. Sin embargo, en la capital aún persiste la autoconstrucción
y sobre los grandes desarrollos inmobiliarios pesan varias demandas por la baja calidad de los materiales que se emplean.
El ingeniero civil José Carlos González reconoció que las modificaciones hechas al reglamento son vanguardistas; sin embargo, afirmó que pocas veces se cumplen porque en la ciudad las familias que viven en zonas marginadas acostumbran construir sus viviendas según los recursos con los que cuentan.
No consideran que necesitan a un ingeniero civil especialista en cálculo estructural, que determine las dimensiones de columnas, cimentación, el refuerzo de varillas de acero, que depende del peso de la construcción
, afirmó.
González reconoció que la ciudad ha tenido un boom inmobiliario, pero más construcciones no es sinónimo de buenos edificios, porque muchas empresas, para abaratar costos, reducen la calidad de los materiales
.
Manuel García, habitante de la delegación Azcapotzalco, de la zona conocida como los campos, narró como se fue poblando la colonia. Son familias de varias generaciones atrás. Empezaron con un cuartito, luego echaron un segundo piso y fue creciendo el edificio a la par de las familias.
Algo similar se vive en la zonas altas de la delegación Gustavo A Madero como en las colonias San Juan y Guadalupe Ticomán.