Madrid, 19 de septiembre. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó hoy hacer comentarios respecto del ofrecimiento hecho el sábado por la organización independentista vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA) de someter su decreto de cese del fuego a la verificación y a la mediación internacional, para poner fin al conflicto que la enfrenta con Madrid desde hace cuatro décadas.

El jefe de gobierno declinó referirse al asunto durante una gira por Cataluña, mientras el consejero vasco del Interior, el socialista Rodolfo Ares, quien fue uno de los hombres claves de la última negociación con el grupo armado en 2006, dijo: sólo esperamos un comunicado de ETA: aquel en el que diga que abandona definitivamente la actividad terrorista.

La declaración de ETA y el anuncio de cese del fuego del 5 de septiembre fueron la respuesta al mediador internacional Brian Currin, quien el 19 de marzo pasado pidió un alto el fuego a los independentistas vascos armados, en un documento presentado ante el Parlamento Europeo, firmado también por 19 personalidades políticas internacionales.

Las dos recientes declaraciones de ETA llegaron a la opinión pública un año y cuatro meses después de que asumió la presidencia autonómica vasca el socialista Patxi López, primer titular del ejecutivo provincial que no fue postulado por el Partido Nacionalista Vasco, que había estado en el poder desde 1980, cinco años después de la caída de la dictadura de Francisco Franco.

El gobierno de López es resultado de una inusual alianza electoral en Euskadi, entre socialistas y derechistas del Partido Popular.

La coalición abertzale (nacionalista) vasca, Batasuna, proscrita por las autoridades centrales de España, definió el anuncio de ETA como un nuevo paso hacia un escenario democrático en el cual los vascos decidamos libremente nuestro futuro. Confirma, agregó, que los actores vascos nos encontramos inmersos en un proceso de paz y democrático de carácter irreversible.