Al encabezar el 71 aniversario del PAN, el presidente Felipe Calderón lanzó anoche una arenga electoral y convocó a la militancia panista a prepararse para conquistar nuevamente el poder y la voluntad de los ciudadanos. Arremetió contra los priístas, sin mencionarlos en forma directa, y dijo con vehemencia: hemos derrotado maquinarias más poderosas de las que ahora están construyendo.

Durante más de 40 minutos, Calderón se asumió como jefe panista y cuestionó a la militancia: ¿Qué le falta a Acción Nacional?, dijo, y respondió: le falta alma, le falta ánimo.

Evocó a su formador ideológico, Carlos Castillo Peraza, y parafraseó aquel polémico discurso en el que el yucateco cuestionó que los panistas se avergonzaran de sí mismos y se sintieran como perros acosados.

En el auditorio Manuel Gómez Morín de la sede nacional del PAN, lanzó una arenga orientada a la sucesión presidencial. Llamó a los panistas a convencerse de que son la mejor opción, les exigió que no se vean en el espejo de quienes pretenden hacernos sentir menos de lo que somos y hacernos olvidar realmente lo que valemos, y los convocó a fortalecer el alma y a que su ánimo sea de victoria.

Calderón habló ante un auditorio integrado por funcionarios gubernamentales, senadores, diputados, gobernadores y embajadores, así como dirigentes estatales y miembros de la burocracia técnica panista.

Estaban la coordinadora de los diputados federales, Josefina Vázquez Mota; los ex dirigentes Luis H. Álvarez y Luis Felipe Bravo Mena; los gobernadores Juan Manuel Oliva y Marco Antonio Adame; el ex mandatario estatal y aspirante a la dirigencia nacional Francisco Ramírez Acuña; el director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Daniel Karam; el secretario del Trabajo, Javier Lozano, y el senador Alberto Cárdenas, entre otros.

En un ambiente poco festivo, César Nava, presidente del blanquiazul, resaltó que el PAN pasó de ser partido de oposición a gobierno transformador, e hizo un recuento de los logros de los mandatos de Calderón y Vicente Fox.

Insistió en que el PAN recuperó el camino hacia la victoria tras los resultados electorales de julio pasado, que ha derribado el mito del inevitable regreso del PRI a Los Pinos. Hoy podemos decir que estamos de regreso, con más fuerza y más ánimo que nunca, para ganar el tercer gobierno panista en 2012.

Calderón recuperó el discurso de Carlos Castillo Peraza contra quienes profetizaban, pontificaban todos los males de Acción Nacional. Cuestionó también, con citas de viejos panistas, a aquellas orugas doctas que se escondían en su torre de marfil y no se daban cuenta de que se convertiría en un pedestal de imbéciles.

Evocó la lucha en aquellos tiempos verdaderamente violentos en que, dijo, el PAN luchó por transformar y democratizar el país sin disparar un solo tiro. Demandó a los panistas ser militantes de a de veras, cerrar filas y fortalecer la identidad para volver a conquistar el poder, porque esa lucha es legítima. Ésa es la clave de la victoria electoral.

El Presidente llamó a sus correligionarios a asumir la fuerza de la democracia porque, sostuvo, no somos hordas ni fábrica de insolencias. Convocó al panismo a prepararse para la renovación del poder y reprochó que la oposición se empeñe en denostar con especial denuedo lo que el PAN es y lo que ha significado. Pidió reivindicar la obra de gobierno que ha hecho el partido, porque nadie más lo va a reconocer.

Recordó que el aniversario del blanquiazul coincidió felizmente con el centenario de la Universidad Nacional Autónoma de México, y centró su evocación histórica de la Universidad Nacional en el papel que despempeñó Manuel Gómez Morín como eje de las luchas por la autonomía.