Singapur, 26 de septiembre. El español Fernando Alonso se acercó un poco más al liderato, al conquistar de punta a punta el Gran Premio de Fórmula Uno de Singapur, para entablar una lucha franca por el título y poner el campeonato mundial al rojo vivo cuando faltan cuatro carreras.

El piloto de Ferrari se apuntó su cuarta victoria de la temporada y se colocó en el segundo lugar de la clasificación de pilotos, con 11puntos de diferencia, abajo del británico Mark Webber, de Red Bull, quien llegó tercero, pero mantiene el liderato con 202 unidades, mientras la segunda plaza correspondió al alemán Sebastian Vettel, su coequipero.

Alonso realizó una gran carrera y estuvo al frente casi todo el tiempo, excepto en la vuelta 33 cuando el Mercedes del alemán Nico Rosberg –quien terminó en la quinta posición– se ubicó primero mientras cambiaba los neumáticos.

Parece que volvemos a ser competitivos en cualquier tipo de pista, dijo el bicampeón mundial tras concretar su segundo triunfo consecutivo.

“La carrera fue perfecta: pole, victoria, vuelta rápida...”, destacó Alonso, ganador hace dos semanas en Monza.

Con su éxito, el piloto de 29 años se ubica –con 25 grandes premios– entre los cinco más ganadores de la historia de la Fórmula Uno en cuanto a cantidad de carreras y supera al argentino Juan Manuel Fangio.

El asturiano, quien salió en la punta de la parrilla de salida, recorrió los 5 mil 73 kilómetros del circuito de Marina Bay en 1:57.53.579 horas.

Plaga de incidentes

La lucha con Vettel en la única carrera nocturna de la temporada fue intensa hasta el final, pero el alemán cruzó la meta a sólo 0.293 segundos de Alonso. Intenté presionar lo máximo para que cometiera errores y no hizo ninguno. Está bien conseguir estos buenos puntos para el equipo de cara al campeonato de constructores. En el de pilotos todo sigue abierto, declaró el teutón.

Del quinteto aspirante al título fue, sin duda el británico Lewis Hamilton es el más golpeado, luego de abandonar por segunda vez consecutiva, al involucrarse en un choque en una competencia repleta de incidentes que debió ser neutralizada dos veces por el coche de seguridad.

El infortunio para Hamilton llegó en el giro 36 al intentar pasar a Webber y su McLaren rozó el bólido del australiano. Frustrado, quitó el volante de su coche y lo arrojó con furia, aunque se mantiene en el tercer sitio (182) de la clasificación general.

Felipe Massa, coequipero de Alonso, salió beneficiado tras las sanciones que recibieron los alemanes Nico Hülkenberg y Adrian Sutil, y del décimo pasó al octavo puesto.

La Joya de la Corona como describió el mandamás de la F-1, Bernie Eclestone, al GP de Singapur, seguirá al menos 20 años.