Se llevará a cabo el miércoles 29; comenzará con una ceremonia en honor a Xochipilli
Mediante el arte, se busca que la población reflexione sobre el derecho a la alimentación
Lunes 27 de septiembre de 2010, p. 19
La defensa del maíz criollo y el rechazo a la siembra experimental del grano transgénico está sustentados en el derecho a la alimentación en cantidad y calidad adecuada y suficiente, asentaron las organizaciones ambientalistas, campesinas y de académicos integrantes de la campaña Sin maíz no hay país, al informar que el día 29, en el Zócalo de la ciudad de México, se llevará a cabo una feria para instituir el Día nacional del maíz.
Durante la feria se realizará una ceremonia en honor de Xochipilli, dios joven del maíz para los mexicas, para recordar con alegría, flores y arte la lucha de los pueblos por la tierra, el alimento y mejores condiciones de vida, expusieron en su convocatoria.
La intención es que la población reflexione y exprese la importancia en torno al derecho a la alimentación y a la soberanía alimentaria; resaltar mediante la pintura, la música y la escritura, la importancia del maíz, y por eso a los asistentes se les preguntará: ¿por qué es importante alimentarnos?, ¿qué alimentos históricamente nos han identificado como pueblo de maíz?, ¿cómo tendría que ser nuestra alimentación?
En la feria, a la que se esperan asistan productores, intelectuales, luchadores sociales y todos los habitantes de la ciudad interesados en defender al maíz criollo, se explicará que el derecho a la alimentación es tener un costo accesible a los alimentos, que la ingesta de ellos debe ser regular y permanente y que deben ser cuantitativa y cualitativamente adecuados y suficientes, así como a defender el derecho de quienes durante generaciones han producido sus propios alimentos.
Se asentará que a pesar de que hasta octubre del año pasado no se permitía la siembra experimental de maíz transgénico en el país, éste ya se ubicaba en el segundo lugar en número de casos de contaminación transgénica en América y era el octavo a escala mundial.
Además, se desmentirá la hipótesis de que la siembra de maíz transgénico tiene un bajo costo, ya que el precio de las semillas transgénicas y las inversiones adicionales requeridas para sembrarlas son muy difíciles de cubrir por los campesinos, quienes han demostrado que con las semillas tradicionales y técnicas ancestrales se puede elevar la producción del grano.