Atotonilco, Hgo., 27 de septiembre. Integrantes de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), en pugna con el Sindicato Nacional de Permisionarios del Autotransporte –afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM)–, bloquearon con camiones de carga el acceso a los terrenos donde se construye la planta tratadora de aguas negras del río Tula, del Gran Canal y de los emisores central y poniente del Distrito Federal, que se prevé sea la más grande de América Latina y la número dos en el mundo.

Es la segunda vez en menos de ocho días que los trabajos de esta obra a cargo de Grupo Carso son suspendidos por disputas entre ambos gremios. El conflicto tiene su origen en la exigencia de la CROC de que se fraccione el contrato colectivo de trabajo, cuya titularidad ostenta la CTM, con la finalidad de que miembros de la CROC puedan ser contratados en la obra, que en fase avanzada ocupará alrededor de 4 mil operarios.

Alrededor de las 8 de la mañana de este lunes, 30 afiliados a la CROC y los sindicatos locales del autotransporte 1913, sección 8, y Revolucionario, sección 128, irrumpieron en el ejido Conejos, donde se construye la planta, para exigir al responsable de la obra, Felipe de Jesús Salazar Cosío, dividir el CCT para hacer posible la contratación de sus agremiados.

En ese momento se suscitó un conato de bronca y hubo golpes. José Carlos Amador Zúñiga, líder del grupo croquista dialogó con Salazar Cosío y le insistió en que sí se puede compartir el CCT, para lo cual basta que el gobierno de Hidalgo, encabezado por el priísta Miguel Ángel Osorio Chong, y la empresa se pongan de acuerdo.

Salazar Cosío manifestó su rechazo a la pretensión de la CROC e informó que la empresa presentó una demanda por daños y perjuicios.