Miércoles 29 de septiembre de 2010, p. a13
En la carta fechada el 22 de septiembre y dirigida a Justino Compeán y Decio de María, presidente y secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, respectivamente, destacan los siguientes puntos:
En el segundo párrafo se acusa a Néstor de la Torre de “acaparamiento de reflectores y de un claro desahogo de complejo de inseguridad”, carente de liderazgo, lo que quiere subsanar con “el terrorismo y las amenazas”.
Se dicen conscientes de los conceptos de profesionalismo y disciplina inherentes a su actividad, pero “tampoco podemos dejar a un lado” el “código de respeto interno a la confidencialidad”, porque desde hace mucho tiempo “la ropa sucia se lava en casa”.
En el punto uno acusan al federativo de “trato hosco y prepotente”, al punto de que “hemos dejado de disfrutar nuestra labor diaria”. En el apartado cuatro aceptan “que pudieron haber errores y omisiones en el apego al reglamento interno la noche del 8 de septiembre”, pero cuestionan: “¿están ustedes de acuerdo en el procedimiento de ‘exhibir’ o ‘encuerar’ a los integrantes de la selección”.
Además se dicen “secuestrados ante la ineptitud” de Néstor, quien era “imposible que no se diera cuenta del evento”, y si los directivos sabían, de inmediato habrían hecho hincapié ante cualquier quebranto a las normas, por lo que preguntan: “Esa noche, ¿dónde estaba el director general de selecciones nacionales?”
En el punto seis reclaman: “¿Dónde está la ayuda y conservación de la privacidad ante los medios en todo momento que dura nuestra permanencia en los hoteles contratados por la federación?” En el ocho claman: “Nos sentimos desprotegidos y blanco perfecto de los comentarios y chismes baratos” de algunos medios. Mientras que en el 12 aseguran que la prensa “rebasó” a De la Torre.
En el postulado 13 pretenden desglosar las fallas de Néstor, responsabilizándolo: de la larga concentración previa al Mundial de Sudáfrica, de no haber preparado oportunamente al sucesor de Javier Aguirre y de los interinatos de Enrique Meza y Efraín Flores.
En el 14 afirman que usar la playera verde es siempre “un orgullo”, que “amamos al país y portamos sus colores con personalidad”, pero piden no ser “convocados más durante partidos de la selección, oficiales y no oficiales, hasta que las conductas y procedimientos dentro de las concentraciones sean más coherentes con ideas y conductas de los directivos”.
Concluyen: “No queremos más protagonistas que buscan a futuro, y cuyo único objetivo es apoderarse de la oficina principal de la FMF” y piden que “por ningún motivo esta carta llegue a manos de la prensa”.
Se añaden los nombres de Márquez, Rodríguez, Salcido, Guardado, Torrado, Barrera, Dos Santos, Hernández, Ochoa, Esqueda, Moreno, Vela y Juárez, sin firmas, por encontrarse “en diferentes lugares del mundo”.