La presidenta del PRI, Beatriz Paredes Rangel, insistió al Ejecutivo federal que se adhiera al acuerdo de civilidad electoral –que propuso su partido la semana pasada–, y exigió al gobierno de Felipe Calderón que deje de sacar provecho político para afrontar los procesos electorales del próximo año.

Lo que importa es que las autoridades cumplan con su obligación de ejercer sus funciones gubernamentales con absoluta neutralidad. Hemos estado insistiendo que los delegados federales no deben llevar agua al molino electoral del PAN con los programas sociales. Éstos se llevan a cabo con los recursos de toda la sociedad, con los impuestos, y su ejercicio debe ser neutral. Estamos viendo cuál es la agenda precisa de los temas que nos importan en donde se redunden las garantías del gobierno.

–Pero, ¿atenderán a este llamado, diputada?

 –No es un llamado. Fue un planteamiento que hicimos nosotros, que hicieron diputados priístas durante la comparecencia (del secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, celebrada la semana pasada en San Lázaro) y tendremos que procesarlo en forma adecuada.